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    OpiniónEl gobierno se resquebraja: Darío Celis

    El gobierno se resquebraja: Darío Celis

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    LA GUERRA DECLARADA entre el fiscal Alejandro Gertz Manero y el ex jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, es de pronósticos reservados.

    La serie de filtraciones que estos dos poderosos personajes no dejan de lanzarse entre sí es reflejo de la descomposición que comienza a percibirse en lo más alto de la 4T.

    Los periodicazos con los que se han acusado mutuamente por manejos millonarios, depósitos irregulares en el extranjero, adquisiciones de bienes inmuebles más allá de sus posibilidades económicas y abusos en el ejercicio de sus respectivas funciones, explica el grado de anarquía con el que el primer gobierno de izquierda llega a la segunda mitad de su mandato.

    Otros casos han marcado el nutrido récord de enfrentamientos entre funcionarios del más alto nivel. Basta con recordar el permanente golpeteo entre la ex Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y el ex Consejero Jurídico de la Presidencia, Julio Scherer, quien acabó por asumir las funciones más relevantes que se suponía debían recaer en la ex ministro de la Corte.

    Operación en el Congreso, interlocución política, vínculos con el sector empresarial y cabildeo de las reformas fueron algunas de las responsabilidades que el poderoso Scherer ocupó y provocaron que la ex funcionaria fuera vista como un florero.

    Uno de los funcionarios más radicales del gabinete, el vocero presidencial, Jesús Ramírez, tiene una larga lista de desencuentros al interior del equipo de trabajo de Andrés Manuel López Obrador.

    Quizá el ejemplo más claro ha sido la permanente tensión con Scherer, a quien logró sembrarle intrigas y falsas acusaciones que trascendieron en la prensa y que tuvieron como colofón su salida de Palacio Nacional y ahora su enfrentamiento con Gertz Manero.

    Otra fuente de tensión en el limbo morenista son las confrontaciones que la Jefa de Gobierno de la CdMx, Claudia Sheinbaum, ha entablado con sus dos contrincantes en su lucha por conquistar la candidatura presidencial de Morena: Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal.

    Con el Canciller basta con observar la andanada legal que ha emprendido en contra de ex funcionarios bajo su mando, cuando fungía como titular del gobierno capitalino por el caso de la Línea 12.

    Llama la atención que, dentro de las acusaciones por esta tragedia, no haya ninguna indagatoria en contra de la administración de Miguel Ángel Mancera o la suya propia, desde donde el abandono presupuestal tuvo mucho que ver con este accidente.

    Con Monreal, el agravio de Sheinbaum es mayor. Lo acusa de haber operado la derrota de Morena en la alcaldía Cuauhtémoc en las recientes elecciones federales, sin tomar en cuenta que fue la falta de operación política de ella y su equipo la que provocó la pérdida de la mitad del territorio capitalino.

    El senador no se atrevió a acudir al Zócalo el pasado primero de diciembre por el recibimiento que las huestes de la Jefa de Gobierno le tenían reservado.

    SE AGREGAN A la lista de peleas las diferencias entre el actual Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y su antecesor, Arturo Herrera, a quien logró desprestigiar para que no alcanzara la gubernatura del Banco de México y, de paso, deshacerse de la subsecretaria de Egresos, Victoria Rodríguez, quien va al banco central para ponerse a las órdenes del presidente.

    Otro coleccionista de ataques es el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, cuyo manejo de la pandemia y toma de decisiones han sido lo suficientemente erráticos como para generar una nutrida batería de enemigos, dentro y fuera de la esfera gubernamental.

    También, desde que arrancó el sexenio del tabasqueño, no han cesado ni un momento los golpeteos de la Secretaria de Energía, Rocío Nahle, y el director de Pemex, Octavio Romero, por decisiones en el sector energético.

    Otro round ha sido el protagonizado por el titular de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis, contra su subsecretario de Infraestructura, Jorge Nuño, y el de éste contra Ramírez de la O.

    Animadversiones conocidas han sido también las de Scherer y la Secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, en contra del director de la CFE, Manuel Bartlett, por los agravios que el ex secretario de Gobernación bajo el régimen priista tuvo en contra de sus respectivos padres: Julio Scherer y Manuel J. Clouthier.

    Germán Martínez, Carlos Urzúa, Irma Eréndira Sandoval, Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo, se suman a una larga lista miembros de la 4T que han protagonizado episodios bochornosos.

    El presidente López Obrador ha optado por ver en todos estos desencuentros la mano negra de sus adversarios y, en lugar de dar un fuerte golpe en la mesa, los ha dejado correr en detrimento de su propio proyecto.

    Es una estrategia perversa que si bien cada día lo empodera más como presidente, es signo de que cada vez, con velocidad más acelerada, empieza a perder el control de su administración pública.

    EL 22 de agosto de 2019 la Secretaría de Hacienda anunció una resolución de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, la cual establecía la disminución gradual de las comisiones que cobran las afores por el manejo de los fondos de pensiones de ahorro. Pero en diciembre de 2020 el regulador incumplió el acuerdo y reformó la Ley del Seguro Social y la Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) en donde se estableció un límite máximo a las comisiones que cobran las afores, atentando directamente a la competitividad y alentando el control de precios. Se instó al organismo que preside Iván Pliego a reconsiderar el acuerdo, regresar a lo pactado, dar certeza jurídica, evitar la concentración de mercado y salvaguardar los intereses de millones de trabajadores. Pero se han prestado oídos sordos. Por ello Coppel, Azteca y Sura hayan promovido amparos que el Juez Primero de Distrito en Materia Administrativa Especializado en Competencia Económica, Radiodifusión y Telecomunicaciones concediera. En su resolución se establece que la suspensión provisional es con efectos generales, en virtud de que se estimó que en el supuesto de que se desaplicará el tope máximo de las comisiones únicamente a una afore, pero no a las demás, la comisión autorizada sería mayor a las del resto, lo que generaría artificialmente una distorsión en el mercado de estos servicios. Exhorta a las autoridades competentes a afrontar los eventuales retos económicos y técnicos con el fin de asegurar la confiabilidad del mercado de las afores, mediante acciones distintas a los actos reclamados. El parámetro utilizado para el promedio de los cobros en materia de comisiones en los sistemas de contribución de los Estados Unidos de América, Colombia y Chile, no debe ser considerado por la Consar. A partir de ello, varias afores ya han solicitado se les autorice una nueva comisión por encima del límite máximo del 0.57 fijado. 

    Resuelto el tema del Banco de México, la gran interrogante que se mantiene en estos días en diversos círculos económicos, financieros y académicos, es quién llegará a la presidencia del Inegi, una vez que concluya, el último de este mes, la gestión de Julio Santaella. Desde Palacio Nacional se ha mantenido el silencio y a pesar de que por ley podría reelegirse para otro periodo de seis años, no se ha enviado ninguna propuesta que en ese sentido pudiera ser ratificada por el Senado, ni tampoco, a partir de hoy, por la Comisión Permanente. Se mantiene la creencia de que Andrés Manuel López Obrador postule a la ex secretaria de Economía, Graciela Márquez, integrante ya de la Junta de Gobierno. Se espera que la gestión de Santaella se evalúe a partir de los resultados positivos que obtuvo, como el Censo de Población y otras fuentes estadísticas novedosas que permitieron tener luz en medio de la pandemia, y no del tamiz de los criterios político-ideológicos.

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