Andrés Manuel López Obrador, ha acusado a la DEA de infiltrarse en el Cartel de Sinaloa sin la aprobación del Gobierno mexicano. Durante una conferencia de prensa en la Ciudad de México, López Obrador describió la actuación de la DEA como «una intromisión abusiva y prepotente» y declaró que no pueden haber agentes extranjeros en México. El presidente señaló que la intervención corresponde al Ejército, la Armada y la Guardia Nacional, así como al fiscal general de México, y agregó que es responsabilidad del Departamento de Estado de EE.UU. restablecer el orden en sus asuntos.
“Esto no es un asunto de la DEA. Esto tiene que ver con el Departamento de Estado. Y lo mismo ocurre con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, porque tienen que poner orden. Todo sigue muy flojo”, añadió AMLO.
Ante la pregunta sobre qué hará su gobierno de cara a esta situación, el presidente respondió: “Seguirá insistiendo, convenciéndolos de que no van a lograr nada de esto porque son campañas del Pentágono”.
La DEA acusó a varios líderes del Cartel de Sinaloa tras infiltrarse en su red y obtener información que reveló una importante entrada de fentanilo ilegal a los Estados Unidos, proveniente de México, así como la obtención de productos químicos de China. El Departamento de Justicia presentó cargos contra más de 20 personas por su presunta participación en la producción global de fentanilo. El Departamento del Tesoro sancionó a individuos y empresas vinculadas con el desarrollo y venta de precursores químicos usados en la producción de fentanilo ilícito. Además, el Departamento de Estado ofreció recompensas por información que lleve al arresto o condena de 27 personas, incluidos miembros de alto rango del Cartel de Sinaloa.
El Cartel de Sinaloa, presuntamente responsable de dirigir la operación de tráfico de fentanilo más grande, violenta y prolífica del mundo, tuvo como líder en algún momento al famoso narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán. Desde su detención, el cartel ha estado siendo dirigido por sus hijos, apodados «Los Chapitos», quienes enfrentan cargos por narcóticos, lavado de dinero y armas de fuego en distintos distritos de los Estados Unidos. Entre ellos, tres de los hijos del Chapo Guzmán están acusados de tráfico de fentanilo, armas y lavado de dinero en el Distrito Sur de Nueva York.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos anunció el viernes pasado que ofrece recompensas que van desde US$ 1 millón a US$ 10 millones por información que conduzca al arresto o condena de 27 personas, incluidos «Los Chapitos».