A pesar de ser ‘rivales’ naturales, hoteleros y prestadores de servicios de hospedaje en línea han comenzado a tener un enemigo en común: la baja de visitantes en el destino.
Ya en días pasados las estadísticas del Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC) confirmaron una disminución de 2.8% de visitantes, es decir al menos 70 mil turistas menos durante julio de este a comparación del año pasado.
Y hoteleros han tenido que comenzar a dar promociones y descuentos para incentivar la ocupación durante agosto, además de que los meses de septiembre y octubre siguen siendo una incógnita.
Entre los motivos multifactoriales que hoteleros señalan como responsables de la tendencia a la baja en ocupación de visitantes internacionales, se encuentra el tema del sargazo, la falta de promoción turística en el extranjero, afectada tras el cierre del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), el crecimiento de los cuartos de hospedaje en línea, especialmente Airbnb y el tema de la seguridad.
Roberto Cintrón, presidente de la Asociación de Hoteles en Cancún y Puerto Morelos, refirió que la tendencia que registran está entre 3.5 a 4.5 puntos porcentuales de ocupación hotelera por debajo del mismo del año pasado, siendo la sobreoferta de hospedaje en línea una de las cuatro causas que impacta al destino.
Sin embargo, la plataforma de hospedaje también tiene impactos negativos en este verano.
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Baja ocupación afecta a anfitriones
De acuerdo a los datos proporcionados por la plataforma a la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), hasta mayo de este año había 40 mil habitaciones en Quintana Roo, la mayoría concentrada en Playa del Carmen, Cancún, Puerto Morelos y Tulum, sin embargo, la tendencia de ocupación ha ido a la baja en los últimos meses y la rotación de anfitriones se ha incrementado.
“Hemos tenido una temporada extraña; cuando pensamos que tendríamos lleno, hay días donde no tenemos huéspedes y hemos tenido que modificar nuestros precios”, señaló Rodrigo Chanona, anfitrión de la plataforma.
Es decir, al igual que los hoteleros, la plataforma ha tenido una disminución de huéspedes.
“Me ha pasado que tenía reservaciones con meses de anticipación que me cancelan por diversos factores, como el miedo al sargazo, por más que les digo que no todas las playas lo tienen; también el factor de seguridad ha sido una excusa para perder huéspedes”, agregó.
Al igual que él, diversos anfitriones en la zona centro de la ciudad reportan ocupaciones del 60 al 70% en la temporada, cuando en años pasados tenían hasta del 90%.
No obstante, Rodrigo Chanona señala que también incide la sobreoferta que se tiene del servicio, misma que ya está generando pérdidas entre los anfitriones.
“Sé de casas enteras dadas en Airbnb que cerraron este año por la baja afluencia, que no alcanzaba a cubrir los gastos”, expresó.
Plataformas pagarán IVA
A esto se suma que para el 2020 las plataformas vacacionales que operan en el país comenzarán a pagar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Sobre la Renta (ISR) con la finalidad de garantizar las mismas condiciones de competencia con los hoteles.
Miguel Torruco Marqués, titular de la Secretaría de Turismo del país, mencionó que junto con la Secretaría de Hacienda y Crédito (SHCP) y el Servicio de Administración Tributaria (SAT), trabajan para establecer el esquema para el pago de ambos impuestos.
Ante este panorama, anfitriones han evaluado dejar de prestar el servicio de Airbnb, pues su margen de ganancia sería reducido y sus tarifas similares al de hoteles 3 estrellas, es decir, el valor agregado del bajo costo desaparecería.
Carlos Matus