
La actriz mexicana Yalitza Aparicio se robó los reflectores en el after party de la MET Gala 2025 al lucir un estilismo sobrio, elegante y lleno de personalidad que marcó la diferencia frente a los excesos habituales de la noche.
Aunque no desfiló por la alfombra roja del evento principal, su presencia en la fiesta posterior fue más que suficiente para acaparar la atención de la prensa especializada y los asistentes. Yalitza optó por un conjunto de la firma Prada que combinó sobriedad con modernidad: una falda midi tableada de tiro bajo con cinturón ancho como pretina, acompañada por un blazer oversize a tono y un top de aros metálicos que aportó un sutil toque de audacia.
El calzado fue igual de acertado. Los kitten heels destalonados que llevó son conocidos por su mezcla de comodidad y sofisticación, y encajaron a la perfección con el conjunto. Para cerrar con broche de oro, Yalitza eligió joyería de Cartier, incluyendo piezas de diamantes y un reloj minimalista que elevaban su look sin caer en excesos.
En cuanto a maquillaje y peinado, la actriz apostó por un estilo fresco y moderno. Sus ojos delineados y labios glossy le dieron un toque dramático al rostro, mientras que su peinado semi recogido dejaba al descubierto sus facciones con naturalidad y elegancia.

Críticos de moda coincidieron en que el estilismo de Aparicio representó un equilibrio perfecto entre lo clásico y lo contemporáneo, alejándose de las tendencias predecibles como los minivestidos o las transparencias, muy frecuentes en este tipo de eventos.
Durante el after party, Yalitza compartió momentos con figuras del espectáculo como Miley Cyrus y el compositor mexicano Humbe, con quienes se le vio en fotografías que rápidamente circularon en redes sociales. Su atuendo, junto con su presencia carismática, la consolidaron como una de las invitadas más memorables de la velada.
En un entorno donde la MET Gala se caracteriza por propuestas conceptuales y estilismos muchas veces rebuscados, Yalitza Aparicio volvió a destacar por su autenticidad, demostrando que el buen gusto y la sofisticación pueden hablar más fuerte que cualquier exceso.