EL PRÓXIMO 26 de junio la Alianza va Por México arrancará el proceso de selección del candidato que peleará la Presidencia de la República con la “corcholata” que surja de la elección de Morena.
Ese día se anunciarán la reglas que regirán el procedimiento del PAN, PRI y PRD, donde la primera aduana para pasar a la siguiente ronda será la recolección de un millón de firmas.
Puede dar por hecho que ese número se terminará ajustando a prácticamente la mitad y, en una de esas, si la presión es mayor, podría reducirse hasta unas 300 mil rúbricas.
Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano creen que pueden partir de un padrón de entre 3.5 y 4 millones de electores, que sería el total que juntarían las diez “corcholatas” más o menos visibles de la coalición.
Sin embargo es altamente probable que entre los 30 y 90 días que les llevará a los registrados a la elección juntar sus firmas, se empiecen a dar los descartes por no poder cumplir con ese requisito de las bases.
Vamos a ver quiénes de Claudia Ruiz Massieu, Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid, Ildefonso Guajardo, José Ángel Gurría, Lilly Téllez, Santiago Creel, Miguel Ángel Mancera, Gustavo de Hoyos y el mismo Alejandro Moreno sobreviven a la siguiente fase.
A la gran mayoría no le va alcanzar y vendrán los inevitables quiebres y críticas al mecanismo de las firmas, que fue en gran medida ideado por Claudio X. González Guajardo con el consentimiento de Cortés, Zambrano y “Alito”.
Y la refriega se va a centrar precisamente en Alejandro “Alito” Moreno y Creel, porque son los únicos que tienen la infrastructura para alcanzar el millón.
Cosa de recordar que Moreno llegó a la Presidencia del PRI con dos millones de votos de sus militantes. Así que más que a Creel, este mecanismo termina beneficiando al campechano.
Los finalistas en este proceso de selección, una vez dados los descartes, se someterán a entre cinco y 15 debates previos a la votación final. Serán debates temáticos para atraer la atención de la ciudadanía y placear a las dos “corcholatas” por distintos puntos del país.
La idea del PRI, PAN y PRD es que hacia finales de octubre ya tengan candidato presidencial.
LAS ENCUESTAS VOLVERÁN a jugar un papel protagónico en el proceso de selección del candidato de Morena a la Presidencia. Ya se estableció que al sondeo del partido que aún dirige Mario Delgado se sumarán cuatro encuestas que funcionarán como “espejo”, para validar el resultado. Tras las desastrosas actuaciones de la mayoría de las encuestadoras en la pasada elección del Estado de México, que daban un margen de hasta 20 puntos a Delfina Gómez cuando apenas ganó con 8, las miradas estarán bien puestas en ellas. De las más apegadas al resultado del proceso mexiquense apunte las de Rubrum de Luis Alberto García, Reforma de Alejandro Junco y México Elige de Sergio Zaragoza. La primera coloca a Marcelo Ebrard cinco puntos arriba de Claudia Sheimbaum, la segunda cinco arriba a la aún Jefa de Gobierno de la CdMx sobre el ya ex Canciller y la tercera 6 puntos arriba a ésta sobre aquél. Si sumamos a la encuestadora GEA-ISA de Guillermo Valdés, que aunque no participó en el Edomex es de las más reconocidas, trae 5 puntos arriba a Ebrard sobre Sheinbaum. Es decir, en un juego hipotético de cuatro espejos las dos principales “corcholatas” están en empate técnico.
TODO EMPEZÓ HACE alrededor de dos meses, cuando Claudio X. González Laporte invitó a Xóchitl Gálvez a una reunión con miembros del poderoso Consejo Mexicano de Negocios. “Usted debería ser candidata a la Presidencia”, le soltó el jerarca empresarial. La mujer se la creyó y se dejó llevar por el canto de las sirenas. Quien se ha convertido en su principal promotor y facilitador para que la Alianza Va por México le abra las puertas, especialmente con el líder del PAN, Marko Cortés para ir por “la grande”, es Claudio X. González Guajardo, el mismo que está atrás de la idea de que los finalistas en la elección sean aquellos que logren juntar el millón de firmas. Lo que Xóchilt no alcanza a ver es que catafixiar la candidatura de la CdMx por la aventura que es la Presidencia solo beneficia al clan de Jorge Romero y le da paso libre al alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada. Una jugada perfecta.
YO NO SOY Andrés Manuel, fue el mensaje central que lanzó hace unos días Claudia Sheinbaum ante unos 40 empresarios convocados por Marcos Fastlicht. La Jefa de Gobierno se plantó bien, le entró con seguridad y aplomo a los duros cuestionamientos que le hicieron los hombres del dinero, que como muchos otros la ven igual de radical e intransitable que el inquilino de Palacio Nacional. Sheinbaum tenía una audiencia de primera: Carlos Slim Domit, Juan Domingo Beckman, Elías Cababié, Justino Hirschhorn, Javier Sordo Madaleno, Antonio Cosío, Freddy Helfon, David Daniel, Simón Galante, Ulrich Richter, Jaime Azcárraga, Rafael Robles Miaja, Emilio Romano, entre otros. Salió bien librada. Dejó un muy buen sabor de boca. Se hizo acompañar de su secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch.
ERNESTO ZEDILLO PODRÍA convertirse en el cuarto Presidente mexicano en establecer su residencia en España. El gobernante en el periodo de diciembre de 1994 a noviembre de 2000 se uniría, así, a Enrique Peña Nieto que desde el fin de su mandato en diciembre de 2018 se fue a vivir al país ibérico: su residencia la comparte entre Madrid y Punta Cana, en República Dominicana. El año pasado Felipe Calderón también radicó su centro de operaciones en España, desde donde se mueve al Reino Unido y los Emiratos Árabes para cumplir sus actividades como funcionario de la Federación Internacional del Automovilismo. Carlos Salinas de Gortari es el otro Presidente mexicano que también está asentando desde el mismo Reino Unido sus reales en la madre patria por la cercanía con sus hijos, que igualmente optaron por vivir en España.
UNA VEZ QUE el PRI perdió el Estado de México, la pregunta que muchos se hacen es cómo se van a reacomodar los liderazgos en la entidad. Desde ya, se afirma que quien tomará un papel protagónico en la entidad de los Isidro Fabela, los Carlos Hank González y los Alfredo del Mazo con la tracción, atrás, del mítico Grupo Atlacomulco, es el senador Eruviel Ávila. El gobernador surgido de Ecatepec, la demarcación que sin duda fue la que más votos dio a la morenista Delfina Gómez, se perfila para hacer un control de daños, recomponer los liderazgos y mantener la unidad. Su ariete será Ana Lilia Herrera, próxima presidenta del PRI mexiquense. Eruviel obtuvo la máxima votación histórica para el PRI en el Edomex, tres millones 17 mil 588 mil boletas.