El gobierno federal aseguró que la transacción del Boeing 787 Dreamliner se llevó a cabo en condiciones favorables y a un precio que no es inferior al valor comercial determinado por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales. No obstante, el informe técnico que detalla el valor de la aeronave, que cuenta con lujosos interiores, oficina, sala de juntas, recámara con cama king size, regadera, amplios sillones, acabados en piel y caminadora, no estará disponible al público durante varios años.
En una declaración y un video emitido por la Presidencia, el director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), Jorge Mendoza Sánchez, anunció que se logró concretar la venta del avión presidencial por un monto de mil 659 millones de pesos, equivalente a unos 92 millones de dólares. Se afirmó que el precio no sería menor al valor comercial establecido por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales.
El gobierno federal ha indicado que los fondos obtenidos de la venta del avión, previamente conocido como José María Morelos y Pavón, se destinarán a la construcción de hospitales en áreas de alta necesidad en Tlapa, Guerrero, y Tuxtepec, Oaxaca.
Compra del Avión
El avión fue adquirido durante el final del mandato del expresidente Felipe Calderón Hinojosa (PAN) con la intención de ser utilizado por su sucesor, Enrique Peña Nieto (PRI). A lo largo de los años, el valor comercial de la aeronave ha disminuido, pasando de 125.6 millones de dólares en 2019 a 91.5 millones en 2023.
Se ha informado que el costo original de la aeronave ascendió a 2 mil 931.25 millones de pesos, con alrededor de mil 55.91 millones de pesos correspondientes al equipamiento de la cabina y 308.32 millones de pesos en concepto de refacciones y accesorios. A pesar de recibir un total de 94 expresiones de interés para su compra entre 2019 y 2023, solo cuatro propuestas fueron consideradas viables, aunque finalmente se desestimaron.
La información sobre la valuación del avión presidencial se encuentra bloqueada, similar a la reserva aplicada a los detalles del contrato de compra-venta que se hizo público el 2 de junio pasado. Banobras ha designado como confidencial el documento relacionado con el Boeing 787 presidencial, incluyendo también las negociaciones con el gobierno de Tayikistán para la adquisición de la aeronave.
Para evitar la divulgación de la información, el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin) recordó que el avalúo fue solicitado por Banobras y forma parte de un expediente reservado desde mayo 23, fecha en que tuvo lugar una sesión extraordinaria del Comité de Transparencia.
En respuesta a otra solicitud de información pública, Banobras solo indicó que durante la administración actual se recibieron dos cartas de intención de posibles compradores, sin revelar la identidad de las empresas o gobiernos involucrados. Estos documentos también se consideraron como información reservada y confidencial.
Hackeo de Guacamaya permite conocer información
A pesar de esta decisión de las autoridades federales es posible conocer quiénes fueron los responsables de las propuestas, a través del hackeo que realizó el grupo Guacamaya a los correos oficiales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Una de las cartas fue enviada en mayo del año pasado por Athene Global Establishment, compañía europea que ofreció un pago de 95 millones de dólares por la aeronave.
Casi un año después, el gobierno de México recibió la segunda carta de intención, esta vez del gobierno de Tayikistán, que, según la administración federal, ofreció 92 millones de dólares, tres millones de dólares menos de la propuesta previa. El país centroasiático fue el que cerró finalmente el trato de compra.