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    OpiniónUn santuario Diocesano en Cancún: Cristina Alcayaga

    Un santuario Diocesano en Cancún: Cristina Alcayaga

    Opinión

    El viernes pasado estuve presente en la consagración del Santuario de María Desatadora de Nudos, como Santuario Diocesano confiado a los Legionarios de Cristo.  Con mucha emoción les comento que fui invitada a firmar como testigo de ese significativo acto.

    El Santuario de María Desatadora de Nudos está situado en la zona urbana de Cancún, y fue inaugurado hace 8 años; en ese corto tiempo se ha convertido en un referente para el catolicismo local y de los visitantes. La consagración tiene el efecto de oficializar al Santuario como parte de la diócesis Cancún-Chetumal, fomentando un lugar de peregrinación y oración para los fieles, por medio de la virgen María, en su advocación de Desatadora de Nudos, además de que fortalece la fe de la comunidad.

    Bajo el formato de una ceremonia eclesiástica, en el que participaron 12 sacerdotes encabezados por Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas; el ritual es algo fascinante. Inicia con la procesión de entrada con sus ropas litúrgicas y el Obispo con mitra y portando el báculo; durante la oración el pueblo es rociado con agua bendita. Lo que más me impactó, fue el momento en que se hace la unción del altar y de los muros del santuario por el obispo, apoyado por los presbíteros; luego, la incenciación, que es cuando los ministros pasan por los pasillos impregnando a los fieles y a los muros con el humo del copal, mientras se cantan las antífonas con un salmo. La liturgia finaliza con las oraciones dando por santificado el recinto.

    Todo este ritual está fundamentado en el Código de Derecho Canónico, el cual determina en su numeral 1230 que “el nombre de Santuario se designa a una iglesia u otro lugar sagrado al que por motivo peculiar de piedad, acuden en peregrinación numerosos fieles”. Se rige por unos estatutos en los que se determinan los nombramientos de sus autoridades eclesiásticas. Fueron designados como Rector y Párroco, el padre Luis Pablo Garza Aguilar, y como Vicario, el Padre Juan Pablo Ledesma.

    El santuario tiene actualmente una afluencia promedio de 28,000 visitantes al mes con un crecimiento exponencial; por lo que se ha convertido en punta de lanza del turismo religioso en nuestro Estado.

    Me despido de ustedes y les invito a seguirme en equis, antes Twitter, @Cristinalcayaga

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