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    Turismo deportivo ¿Entendemos los beneficios?

    En el mundo del turismo hay un segmento muy interesante que se codea con los segmentos tradicionales para sobresalir. Quizá hemos escuchado mucho estas dos palabras: TURISMO DEPORTIVO. Pero ¿realmente entendemos qué es y en qué nos beneficia?

    Opinión

    Por demás está decir que en Latinoamérica conocemos muy poco de este segmento, ya que más allá de este nos hemos enfocado en el turismo de playa, de fiesta, bodas, congresos o en el turismo más común que busca conocer lugares diferentes o zonas arqueológicas. El turismo deportivo es un segmento que viene caminando muy fuerte desde antes de la pandemia, pero con esta literalmente se expandió, se masificó y explotó ante la necesidad de realizar actividades al aire libre. Ahora su consumo es impresionante, lo que lo convierte en uno de los segmentos turísticos que más derrama está dejando actualmente a nivel global.

    Se trata de un segmento impresionantemente grande, tan grande como tantos deportes existen; tanto que podríamos filtrarlo por deporte y aun así podríamos competir con cualquier otro segmento de turismo… ¿Cómo lo sabemos? Tan fácil como prender la TV y ver que el tenis se desarrolla con eventos por todo el mundo; la natación tiene actividades por casi cada ciudad costera y con lagos; el golf tiene repleto al mundo con campos de golf y cada día se construyen más y más.

    No vayamos tan lejos… ¿A quién no le gusta ir al mundial de FIFA o a un partido Barca vs Real Madrid? El fútbol soccer genera una masividad de viajeros al igual que el automovilismo. En fin, a la gente le gusta practicar deportes, y ya sea de manera competitiva o de manera social, le encanta conocer lugares nuevos donde se practiquen estas estas actividades.

    Es muy interesante ver cómo las grandes ciudades del mundo se han abocado a desarrollar eventos masivos y multitudinarios que les generen la visita de grandes grupos de personas que viajan para conocer. No es ningún secreto que la derrama económica es impresionante, al grado que algunas ciudades pagan por traer los eventos deportivos para que la gente viaje a ellos.

    Esto es latente en el sector de los maratones, carreras pedestres y triatlones, así como muchos otros deportes donde los competidores y sus familias compran un ticket de avión, pagan hospedaje de al menos una semana; pagan por alimentación, propinas, tours.. Y muchas veces se quedan más tiempo para conocer más, aprovechando el viaje, lo que beneficia a transportistas, parques, pequeñas tiendas… Si nos ponemos a analizar a fondo la derrama, nos llevaríamos muchas sorpresas.

    ¿Pero qué nos sucede en Cancún?, ¿qué sucede en Latinoamérica, en nuestros países subdesarrollados? No sé si definir que se debe a la educación limitada de nuestros países, al contexto socio-político o alguna herencia cultural lo que no nos ha permitido ver más allá de lo que están haciendo otros destinos y perder una valiosa derrama que está ahí, en espera de ser tomada. Es como si estuviéramos conformes con lo que ya tenemos y no tuviéramos la ambición de perseguir otras oportunidades. 

    Cancún, para mí, es un ejemplo de esto: desde hace tiempo el destino está totalmente abocado al turismo de playa; perseguimos con gran ahínco el turismo de grupos y convenciones; las bodas son un generador amplísimo, nuestros parques y zonas arqueológicas son un imperdible y el turismo que busca la fiesta nos engrandece. Pero olvidamos que hay un turismo diferente que además alimenta a todos los tipos anteriores. Sí, efectivamente: el turismo deportivo también va a la playa, organiza convenciones, visita parques, ama las zonas arqueológicas, y además paga por hacer deporte. Nuestro destino turístico termina olvidando completamente el derroche y la derrama que provocan las actividades deportivas en sectores socioeconómicos medios y altos.

    El turismo deportivo también va a la playa, organiza convenciones, visita parques, ama las zonas arqueológicas, y además paga por hacer deporte.

    En Quintana Roo no tenemos un gran centro de tenis o un gran estadio para este deporte que genere torneos varoniles y femeniles internacionales, que a su vez provoque la visita de aficionados de ciudades cercanas, estados vecinos y hasta otros países que se movilizan ante el deseo de ver a las figuras internacionales. Lo mismo sucede con el automovilismo: No tenemos un centro especializado donde se puedan organizar carreras de Fórmula internacionales, que atraigan grandes masas de aficionados. 

    Y así podríamos hablar de cada uno de los deportes. Un estadio para partidos de exhibición de la NBA, o para campamentos invernales de los equipos profesionales, de cada deporte. Con la oferta hotelera tan grande, con tres aeropuertos internacionales, con las playas, el increíble servicio que ofrecemos, es muy complicado entender esto, aun sabiendo que este tipo de deportes son seguidos por personas de alto poder adquisitivo y que en sus viajes normalmente no se limitan en nada.

    Caso aparte viene a ser el golf, que logra que Quintana Roo sea uno de los estados con más campos en la república mexicana, que todo el año están totalmente copados por turistas generando una derrama impresionante, al grado que el golfista local, poco a poco, ha dejado de ser importante para los campos locales. Es notorio ver cómo los visitantes europeos y norteamericanos buscan jugar en nuestros campos, que son de una calidad impresionante. 

    Se ha tenido en poco esa visión, ya que la Unión Americana cuenta con más de 17,000 campos (simplemente el estado de Florida tiene 850 campos). ¿Se imagina la cantidad de aficionados que hay que tener para tener ese número de campos de golf? Pensemos en esa afición que vacaciona en nuestro estado y nuestras ciudades de Quintana Roo para quienes tenemos únicamente doce campos y tomando en cuenta que no solo nos visitan norteamericanos, sino europeos, japoneses, coreanos y canadienses, entre otros, que no pueden jugar todo el año por el frío o por la nieve debido a los inviernos que los azotan, mientras que, gracias a nuestro increíble clima, pueden jugar todos los días del año. Encima de esto nos metemos el pie al también cerrar nuestros campos, como sucede con el icónico y más antiguo campo de la región conocido como Pok-Ta-Pok Club de Golf.

    Encima de esto nos metemos el pie al también cerrar nuestros campos, como sucede con el icónico y más antiguo campo de la región conocido como Pok-Ta-Pok Club de Golf.

    Espero que con estas palabras nos demos una gran idea de lo que es el turismo deportivo, así como de lo poco explotado que está en nuestro país, sobre todo en nuestro estado, que vive directa o indirectamente del turismo. Tenemos que empezar a trabajar en esta área, porque considerando simplemente la gran oferta hotelera que tenemos, las atracciones y tres aeropuertos internacionales, estamos sumamente atrasados en el desarrollo, perdiéndonos el lujo de atraer esa gran derrama que genera y que, por supuesto nos caería increíble a todos, y que desarrollaría muchas más oportunidades de negocio. 

    Dentro de este contexto hay otro tema muy importante que involucra el turismo deportivo, uno de verdad sumamente importante, tan o más grande que el mismo golf o el tenis porque, además de ser deportivo, genera movilidad urbana, la humanización de los centros turísticos y las ciudades. Encima de todo esto, en destinos turísticos con los que competimos está creando increíbles oportunidades… Me refiero al ciclismo, que ya quedará para posterior ocasión. 

    Por ahora, no me queda más que desear al querido lector: haga cualquier deporte, viaje por el mundo, intente mezclarlos y disfrute la vida, que se nos va en un suspiro.

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