La presidenta electa del Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ), Celia Maya García, aclaró que el nuevo órgano no actuará como ente persecutorio, sino como una instancia para mejorar la justicia en México. El TDJ tendrá facultades para investigar y sancionar a jueces y magistrados que incurran en delitos o faltas graves, pero sólo intervendrá cuando existan indicios claros.

“De ninguna manera el Tribunal de Disciplina es un tribunal de persecución. Es un tribunal que busca que las cosas mejoren para este país”, declaró Maya, luego de que el Instituto Nacional Electoral (INE) entregó las constancias de mayoría a las personas electas para el TDJ, la Sala Superior y las cinco salas regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Aunque el nuevo tribunal podrá abrir investigaciones de oficio, Maya aseguró que solo lo hará si hay señales de irregularidades. “Si salta que no está bien, porque hay alguna información, se investiga. Pero no vamos a cazar a nadie”, enfatizó.
Por su parte, el magistrado electo Bernardo Bátiz Vázquez, exprocurador de Justicia en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, defendió la legitimidad del TDJ frente a las críticas que lo califican de inquisitorio.
“Será un tribunal moderno, que va a escuchar a todos, que recibirá pruebas y garantizará el derecho a la defensa”, aseguró.
Añadió que entre sus tareas estará vigilar el enriquecimiento inexplicable de jueces, una demanda ciudadana cada vez más urgente. La creación del Tribunal de Disciplina Judicial representa un paso clave en la transformación del sistema de justicia, alineado con la reforma constitucional impulsada por el nuevo gobierno federal. La ciudadanía eligió por voto directo a quienes integran esta nueva estructura, en un proceso sin precedentes en la historia judicial del país.