La Trata de personas es todavía un delito que lastima las raíces más profundas de nuestro tejido social. Así quedó de manifiesto en el reciente Congreso Nacional contra la Trata, celebrado por la Suprema Corte de Justicia de la nación, en el que un grupo de destacadas activistas de los derechos humanos advirtieron sobre las múltiples cabezas que como hidra tiene este delito, conforme nos adentramos en sus profundidades.
Les sorprenderá saber que, aunque la Trata se entiende principalmente como explotación sexual, esconde otras modalidades como, la explotación laboral, la mendicidad forzada y los matrimonios forzados. Estos 4 tipos penales son los más comunes de un total de 26 determinados por la Ley para Erradicar la Trata publicada apenas en el 2012. Estos delitos afectan en un 95% a mujeres, niñas y adolescentes, pero también a grupos vulnerables como el LGBT+.
Hay coincidencia en que la ley del 2012 fue un gran paso, sin embargo, aún falta que se aplique como es debido pues, aunque contempla elementos como la reparación del daño y las órdenes de restricción en las sentencias, las autoridades no son capaces de hacer que se cumplan y hay resoluciones que tardan hasta 20 años en ejecutarse lo que victimiza nuevamente a las afectadas.
Por otra parte, celebro acciones de sensibilización cercanas a la sociedad, como la exhibición en Cancún de la película “Sonido de la libertad”, que aborda de manera muy real este problema y felicito a la Mesa de Seguridad y Justicia de Cancún e Isla Mujeres por la firma del Acuerdo Institucional para la erradicación de la trata de menores con fines de explotación sexual en Quintana Roo.