Kansas City fue testigo de un devastador tiroteo al término del desfile de celebración de los Chiefs por su victoria en el Super Bowl, dejando al menos una persona muerta y decenas heridas, según informó la Policía local.
La jefa de policía de Kansas City, Stacey Graves, reportó que al menos 22 personas sufrieron heridas de bala, aunque destacó que las autoridades continúan trabajando para determinar el número total de víctimas en esta investigación en curso.
Ross Grundyson, jefe del Departamento de Bomberos de la ciudad, informó que las víctimas fueron trasladadas a diversos centros médicos, incluyendo el Children’s Mercy Hospital, el Truman Medical Center y el St. Luke’s Hospital en la Plaza.
Previamente, Michael Hopkins, portavoz del Departamento de Bomberos, detalló que tres pacientes se encontraban en estado crítico, cinco en estado grave y uno con lesiones no mortales. Además, mencionó que cinco heridos adicionales buscaron atención médica, aunque aún no se confirma si fueron víctimas de disparos.
El tiroteo tuvo lugar en el lado oeste de Union Station, según declaraciones de Graves en una conferencia de prensa anterior.
Tres personas han sido detenidas en relación con el tiroteo, mientras que las autoridades investigan un video que muestra a «algunos aficionados atacando a alguien», según lo mencionado por Graves. Se está tratando de determinar si uno de los detenidos es la misma persona que aparece en el video. Además, aún se trabaja en la identificación de la víctima fallecida.
El alcalde Quinton Lucas confirmó que todos los jugadores, entrenadores y personal de los Chiefs que asistieron al desfile se encuentran a salvo.
Contraste entre Celebración y Tragedia
Este trágico incidente tuvo lugar en medio de las celebraciones que congregaron aproximadamente un millón de personas en el centro de Kansas City para festejar el segundo campeonato consecutivo del equipo. El área donde ocurrió el tiroteo estaba cercana al lugar donde los Chiefs realizaron un mitin de victoria para miles de aficionados después del desfile.
El tiroteo no solo ha dejado un saldo de víctimas y heridos, sino que también ha dejado una sombra de tristeza sobre lo que había sido un día de jubilo y celebración para los seguidores de los Chiefs. La violencia armada en eventos públicos, como este tiroteo en una celebración deportiva, refleja un problema persistente en la sociedad estadounidense.
Los jugadores, aún en el escenario del mitin de la victoria, se vieron mezclados entre la confusión y el miedo cuando los disparos comenzaron. Aunque algunos habían comenzado a abandonar el área, esta seguía llena de seguidores, quienes se vieron obligados a huir tras el sonido de los disparos.
La Policía informó que dos individuos armados fueron detenidos después del tiroteo, aunque no se han divulgado detalles adicionales hasta el momento.
Madison Anderes, una de las asistentes al desfile, compartió su experiencia de terror, relatando cómo tuvo que correr para salvar su vida después de que comenzaron los disparos. Su testimonio refleja el caos y la angustia que se apoderaron del lugar en ese momento crítico.
La jornada, que había comenzado llena de alegría y júbilo, terminó empañada por la tragedia. Los jugadores de los Chiefs, que inicialmente desfilaban entre la multitud en un ambiente festivo, se vieron confrontados con la brutalidad de la violencia armada, convirtiendo un día de celebración en una pesadilla.
La comunidad de Kansas City y los seguidores de los Chiefs se enfrentan ahora a la triste realidad de esta tragedia, mientras que el país reflexiona una vez más sobre la necesidad de abordar el problema de la violencia armada en todas sus manifestaciones.