La suspensión del servicio en dos estaciones de la línea B el miércoles 7 de mayo volvió a poner en relieve la importancia del mantenimiento de sus vías. A continuación revisamos el historial de trabajos, los beneficios esperados y los retos por venir.
Antecedentes de las obras nocturnas
El 3 de septiembre de 2024, el entonces director del Metro, Guillermo Calderón, anunció la conclusión de los trabajos de ratificación y renivelación de vías en el tramo San Lázaro–Oceanía sin interrumpir el servicio. Según Calderón, esta intervención nocturna permitiría:
- Aumentar la velocidad de paso de los trenes.
- Reducir los tiempos de espera en taquillas y andenes.
- Mejorar la seguridad y estabilidad de la infraestructura.
Detalles de la rehabilitación de plintos
Para recuperar las condiciones operativas se rehabilitaron 1 349 bloques de concreto (plintos) a lo largo de 4.18 km, abarcando San Lázaro, Flores Magón, Romero Rubio y Oceanía. El proceso incluyó:
- Aplicación de resina de alta resistencia.
- Refuerzo estructural para minimizar el desgaste por el paso constante de trenes.
- Mayor durabilidad de los elementos de vía.
Licitación para mantenimiento integral
El 8 de abril de 2025, el Metro publicó una licitación pública nacional para adjudicar la rehabilitación de los equipos de vía en toda la línea B. El objetivo es garantizar:
- Restablecer las condiciones geométricas del tramo superficial.
- Optimizar la vida útil de rieles y durmientes.
- Minimizar futuros cierres al público.
Nuevo liderazgo y próximos pasos
Desde el 6 de mayo de 2025, Adrián Rubalcava asumió la dirección del Metro. Bajo su mandato, las prioridades serán:
- Supervisar la ejecución de la licitación abierta en abril.
- Coordinar con especialistas para mantenimiento preventivo y correctivo.
- Transparencia en los plazos y avances de obra.
Aunque el fallo del 7 de mayo evidencia retos pendientes, el conjunto de obras nocturnas, la licitación nacional y el cambio de dirección apuntan a una mejora sostenida en la capacidad y fiabilidad de la línea B. El seguimiento puntual de las intervenciones será clave para reducir interrupciones y elevar la calidad del servicio.