En los últimos años, el panorama de las telecomunicaciones en México ha experimentado transformaciones significativas. Lo que alguna vez fue un dominio absoluto de Telmex en el acceso a internet, ahora se ve desafiado por la creciente presencia de empresas como Megacable e Izzi, que ofrecen alternativas viables en el mercado.
Sin embargo, la situación actual de Telmex ha revelado una realidad preocupante para la compañía y su magnate fundador, Carlos Slim. Según reportes de Expansión, el cierre del último trimestre de 2023 fue marcado por pérdidas millonarias y una marcada disminución en su base de usuarios.
Durante dicho período, Telmex experimentó una reducción de 100 mil usuarios, acompañada de una pérdida neta de $935 millones de pesos. Estas cifras representan un cambio drástico con respecto al mismo período del año anterior, cuando se registró un aumento de $2 millones de pesos en ingresos. Además, se reportó una disminución del 8% en las ventas y un decrecimiento del 34% en el flujo operativo.
La caída en los números no sorprende del todo, ya que desde el año 2020 Telmex ha enfrentado una constante disminución tanto en ingresos como en su base de usuarios. Según datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la participación de Telmex en el mercado de internet fijo ha disminuido del 44.7% al 38.6% entre 2020 y 2023. Mientras tanto, competidores como Izzi han consolidado su presencia, especialmente en el segmento de internet de fibra óptica, mientras que Telmex ha moderado su inversión en esta área.
Sin embargo, durante el último trimestre del año pasado, Telmex aumentó significativamente su inversión en fibra óptica, triplicando la cifra de $2.5 millones de pesos en 2022 a $7.8 millones de pesos en los últimos meses. A pesar de este esfuerzo, expertos en telecomunicaciones, como Salomón Padilla, vicepresidente de la Asociación de Telecomunicaciones Independientes (ATIM), señalan que Telmex aún enfrenta desafíos importantes en cuanto a la calidad del servicio al cliente, un factor crucial en la elección de proveedor para muchos consumidores.
Además, se ha destacado que Telmex no ha dado la debida atención al negocio mayorista, una área en la que otras compañías de internet están capitalizando con éxito. Estas revelaciones plantean interrogantes sobre cómo Telmex planea superar sus actuales dificultades y mantener su posición en el mercado.
En un contexto adicional, se ha informado sobre robos significativos de cableado de Telmex, lo que añade más presión a la situación de la compañía. Ante estos desafíos, surge la interrogante sobre si Telmex optará por aumentar los precios de su servicio de internet, una medida que podría impactar aún más en su base de usuarios.
En conclusión, Telmex enfrenta una encrucijada en un mercado cada vez más competitivo, donde la calidad del servicio, la inversión en tecnología y la atención a segmentos específicos como el negocio mayorista son cruciales para su supervivencia y éxito futuro.