Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), advirtió que la planta nuclear ucraniana de Zaporiyia se encuentra “completamente fuera de control”, emitió un llamado a Ucrania y Rusia para que se permita el acceso a la planta a especialistas que pueden estabilizarla y así evitar una catástrofe nuclear.
En la planta “Todos los principios de seguridad nuclear han sido violados. (…) Lo que está en juego es extremadamente grave y extremadamente peligroso”, afirmó el director general.
La planta de Zaporiyia fue tomada en el mes de marzo por los rusos y continúa operando con funcionarios ucranianos que cumplen órdenes rusas. Grossi señaló que necesita una inspección y reparaciones, debido a que diversos combates ocurren muy cerca de la instalación.
Además, la cadena de suministro de equipo y piezas fue interrumpida, es necesario asegurarse de que el material nuclear esté salvaguardado. Si resulta dañada la planta, podría desencadenar una emergencia semejante a la del accidente en Chernóbil (1986), considerado el peor desastre nuclear a nivel mundial.
Grossi dijo que él y su equipo necesitan protección para trasladarse a la planta y determinar la situación de ésta, pidió la cooperación urgente entre Ucrania y Rusia, y el respaldo de la ONU, ya que se trata de una zona de guerra.