Integrantes de las fuerzas militares tomaron una ruta alternativa de 1.2 kilómetros tomando un camino diferente para llegar a la zona arqueológica de Chichén Viejo en Tinum, Yucatán. Este desvío fue realizado con el propósito de evitar un conflicto con empresarios hoteleros que habían bloqueado el acceso, con la intención de garantizar la apertura programada para el 2 de septiembre.
Arqueólogos y guardianes del área reportaron que la apertura de esta nueva ruta careció de un protocolo adecuado para la preservación de los restos arqueológicos. Se han descubierto vestigios arqueológicos en esta ruta alterna, lo cual ha sido exhibido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Parte del Programa
La ciudadela a la cual se busca acceder es parte del Programa de Mejora de Zonas Arqueológicas (Promeza), que fue concebido como parte de los trabajos complementarios del proyecto del Tren Maya.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador asistirá al evento y supervisará esa sección de la obra. Debido a la prisa por la inauguración, los militares abrieron un camino a través de terrenos privados ya que, desde el 14 de agosto, la familia Barbachano, propietaria del terreno, negó la entrada a los trabajadores encargados de la restauración y colocaron letreros que indicaban «Propiedad privada. Los invasores serán procesados conforme a la ley.»
Diego Prieto, director del INAH, admitió el 21 de agosto que Chichén Viejo se encuentra en terrenos privados. No obstante, aseguró que la apertura se llevaría a cabo sin afectar la propiedad de la familia.
Prieto explicó que el acceso original era a través de un terreno cercano a las estructuras de El Caracol y Monjas, al sur de El Castillo, propiedad de Isabel Barbachano.
El Tren Maya pasa entre las zonas arqueológicas de Chichén Itzá y Chichén Viejo, por lo que se tiene planeado crear una parada en la zona para que los turistas puedan visitar ambos sitios.