Rusia ha llevado a cabo un devastador ataque contra Ucrania, lanzando un total de 41 misiles, de los cuales las defensas ucranianas lograron derribar 21 en diferentes regiones del país, según informó la Fuerza Aérea de Ucrania. A pesar de estos esfuerzos defensivos, se reportan al menos 5 personas muertas y numerosos heridos en diferentes localidades.
El ataque, que tuvo lugar en varias etapas, involucró tanto misiles de crucero como misiles balísticos. Entre el arsenal empleado se destacan 15 misiles de crucero y 12 misiles balísticos. Las autoridades ucranianas informaron que sus defensas aéreas tuvieron éxito en derribar todos los misiles de crucero, mientras que lograron interceptar 5 de los 12 misiles balísticos antes de que impactaran en sus objetivos.
La capital ucraniana, Kiev, fue una vez más el principal blanco de los ataques. Los residentes de la ciudad se despertaron con el sonido de las explosiones, refugiándose en el metro durante las más de dos horas que duró la alarma antiaérea que anunciaba la llegada de los misiles.
La Administración Militar de Kiev explicó que los rusos lanzaron en primera instancia varios misiles de crucero sobre la ciudad, disparados en dos oleadas distintas desde aviones situados en el espacio aéreo de la Federación Rusa. Posteriormente, cuando estos misiles alcanzaron la capital, las fuerzas rusas dispararon una nueva ronda de misiles balísticos.
«Alrededor de una veintena de objetivos aéreos han sido alcanzados sobre Kiev por las defensas aéreas y otros medios de defensa», comunicó la Administración Militar de la ciudad a través de su cuenta de Telegram. «Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, este ataque combinado con misiles ha dejado destrozos y bajas en la capital».
Los impactos mortales se registraron en diferentes partes del país. Una víctima perdió la vida en Kiev, mientras que otras tres murieron en la ciudad nororiental de Járkov, donde un misil destruyó un edificio de viviendas, causando también numerosos heridos. La quinta víctima falleció en la ciudad de Pavlograd, perteneciente al óblast ucraniano de Dnipropetrovsk.
Estos ataques representan un grave aumento de la escalada de la violencia en la región, generando preocupaciones internacionales sobre el impacto humanitario y la posibilidad de una escalada aún mayor en el conflicto entre Rusia y Ucrania.