Rusia ha intensificado sus restricciones al prohibir la entrada a otros 92 ciudadanos estadounidenses, entre los que se encuentran periodistas de renombrados medios de comunicación como The Wall Street Journal, New York Times y Washington Post. Estas nuevas prohibiciones refuerzan las tensiones diplomáticas en medio de un contexto geopolítico cada vez más complejo.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia anunció que estas personas tienen prohibida de manera permanente la entrada al país, una lista que incluye, además de periodistas, a funcionarios del Gobierno de los Estados Unidos de departamentos clave como el de Justicia, el Tesoro y la Fuerza Espacial. La prohibición se extiende también a académicos de prestigiosas universidades estadounidenses, entre ellas Harvard, Pittsburgh y Virginia.
Entre los nombres destacados en la lista se encuentra Emma Tucker, jefa de redacción del Wall Street Journal, cuya mención es significativa dado que uno de sus periodistas, Evan Gershkovich, fue detenido en Rusia durante 15 meses antes de ser liberado en un intercambio de prisioneros en junio pasado.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso justificó estas medidas como una respuesta a lo que denominó “el rumbo rusófobo seguido por la administración de Biden”, cuyo objetivo, según ellos, es “infligir una derrota estratégica a Moscú”. En su comunicado, el Ministerio también criticó las sanciones impuestas por Estados Unidos a políticos, empresarios y figuras de los medios de comunicación rusos, calificándolas de “loco frenesí de sanciones”.
La lista negra no se limita a periodistas, sino que también incluye a editores y personal de medios de comunicación que, según las autoridades rusas, han estado involucrados en la difusión de lo que califican como «falsificaciones» sobre Rusia y su ejército, así como en la cobertura propagandística de lo que describen como la «guerra híbrida» iniciada por Washington.
Esta no es la primera vez que Rusia emite una lista de estadounidenses con entrada prohibida. El año pasado, Moscú anunció una medida similar que afectó a 500 ciudadanos estadounidenses, incluidos figuras destacadas como el expresidente Barack Obama y varios senadores.
En respuesta a estas prohibiciones, un portavoz del Wall Street Journal expresó que el gobierno de Putin sigue atacando a la prensa libre y a la verdad, considerando esta lista como parte de un esfuerzo coherente para silenciar voces críticas. El periódico ha confirmado que ya no cuenta con corresponsales informando desde dentro de Rusia, lo que resalta el clima de hostilidad que enfrentan los medios de comunicación en ese país.