La presidenta municipal de Isla Mujeres, Atenea Gómez Ricalde, sostuvo una reunión con líderes de diferentes asociaciones religiosas de Quintana Roo, desarrollada en el Ministerio Internacional de ‘Agua Viva’ en la Zona Continental de Isla Mujeres.
La alcaldesa agradeció la invitación al evento que tuvo la finalidad de hacer equipo con quienes están haciendo trabajo donde la ley no puede llegar, dónde se trabaja en la reconstrucción del tejido social. «Es tiempo de unión para construir la paz y la cordialidad», dijo.
Destacó la importancia que hace el sector religioso en el trabajo de ética, límites personales, luchar contra la violencia con valores, atendiendo las circunstancias en que se vive actualmente en el estado.
«La autoridad debe tener claro qué permisos otorgar y qué consecuencias van a generar en la colonia y en la sociedad por lo que en Isla Mujeres somos muy cuidadosos, y representa todo un reto», señaló.
Realiza Atenea Gómez Ricalde, desayuno con diferentes asociaciones religiosas
Otro punto que tocó fue la regularización de los predios, el ordenamiento de la tierra, para poder invertir en alumbrado público, pavimentación, agua, buscando lo estipulado en la ley con certeza jurídica.
Revisar la situación de cada colonia donde está establecida cada iglesia, para alejar a las niñas y los niños, adolescentes y jóvenes de los negocios de alcohol cercanas a ellas, así como negocios que generan la delincuencia, por lo que trabajarán de la mano con ellos y hacerle llegar sus proyectos a los empresarios para que se haga lo correcto, cambiar la realidad aunque el camino sea difícil.
El Monseñor Pedro Pablo Elizondo, obispo diocesano de la diócesis de Cancún-Chetumal, dio la bienvenida a la alcaldesa en nombre de todos los religiosos presentes, comentó que estaban contentos, de estar todos juntos en la misma línea. «Me da gusto que esté presente, tiene una calidad humana que los motiva a seguir adelante con la colaboración entre iglesia – estado.
«Sentimos su calidez y fe que irradia, una alegría que esté ella como presidenta, mujer y madre. Humanamente, espitualmente, significa una bendición que esté con nosotros que se sienta acompañada por el sector religioso y que puedan trabajar juntos por los más necesitados», señaló.
Estuvieron presentes además, pastores y ministros de diferentes partes de la entidad.