¿Qué es el Tratado de Aguas de 1944 entre México y Estados Unidos?

El Tratado de Aguas de 1944, oficialmente llamado “Tratado relativo al aprovechamiento de las aguas de los ríos Colorado, Tijuana y Bravo del Río Grande”, es un acuerdo bilateral entre México y Estados Unidos que regula el uso y distribución del agua compartida entre ambos países en la frontera norte. Este tratado ha sido clave para la cooperación hídrica durante más de ocho décadas, pero también ha generado tensiones, especialmente en contextos de sequía o escasez.

¿Por qué se firmó el tratado?

El acuerdo fue firmado el 3 de febrero de 1944, en un contexto en el que ambos países enfrentaban desafíos por el uso de ríos transfronterizos. El objetivo principal era garantizar una distribución equitativa del recurso hídrico en las cuencas de los ríos Colorado, Bravo (conocido en EE.UU. como Rio Grande) y Tijuana, que cruzan y delimitan partes de la frontera entre México y Estados Unidos.

¿Qué establece el tratado?

El tratado establece compromisos de entrega de agua entre ambos países:

  • Estados Unidos se compromete a entregar a México:
    • Un mínimo de 1,850 millones de metros cúbicos de agua al año del Río Colorado.
  • México se compromete a entregar a Estados Unidos:
    • Un promedio de 432 millones de metros cúbicos de agua al año del Río Bravo, provenientes principalmente de afluentes mexicanos como los ríos Conchos, San Diego, San Rodrigo, Escondido y Salado.

¿Quién supervisa el cumplimiento?

El cumplimiento del tratado es supervisado por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), una entidad binacional con oficinas en ambos países. Esta comisión resuelve disputas, coordina entregas y maneja cuestiones técnicas relacionadas con los volúmenes de agua y las condiciones de entrega.

Problemas y controversias recientes

Aunque el tratado ha funcionado como base de cooperación, también ha sido motivo de controversias, especialmente cuando ocurren periodos de sequía en el norte de México.

En años recientes, México ha tenido dificultades para cumplir con su entrega de agua a EE.UU., lo que ha generado tensiones diplomáticas, protestas de agricultores y exigencias de renegociación. Los estados mexicanos fronterizos, especialmente Chihuahua y Tamaulipas, se han visto afectados por la disminución en el suministro de agua para uso agrícola.

Recientemente, Claudia Sheinbaum reafirmó el compromiso con el tratado, pero aclaró que México lo cumplirá “hasta donde se pueda y dentro de los márgenes posibles”, dando prioridad al abastecimiento nacional ante condiciones climáticas adversas.

Importancia del tratado hoy

El Tratado de 1944 sigue siendo uno de los acuerdos más importantes en materia de aguas internacionales en el mundo. Su vigencia ha permitido evitar conflictos mayores entre ambos países y sentar precedentes en la diplomacia ambiental.

Sin embargo, el cambio climático, el crecimiento poblacional y el aumento en la demanda agrícola hacen cada vez más urgente revisar la manera en que se gestiona el agua compartida entre México y Estados Unidos.

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