Durante décadas, se ha popularizado la idea de que las cucarachas serían las únicas criaturas capaces de sobrevivir a una explosión nuclear. Esta afirmación ha sido repetida tantas veces que muchos la toman como un hecho. Pero ¿qué tan cierto es esto? ¿Y existen otros animales con una resistencia similar o incluso superior?
¿De dónde viene el mito?
La creencia se popularizó tras los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, donde se reportó la presencia de cucarachas en zonas cercanas al epicentro, incluso después de la explosión. Su reputación de supervivencia también se consolidó con programas televisivos y documentales sensacionalistas que alimentaron la idea.
¿Qué dice la ciencia?
La verdad es que las cucarachas sí tienen una mayor resistencia a la radiación en comparación con los humanos, pero eso no las hace inmunes. Estudios han demostrado que algunas especies de cucarachas pueden soportar dosis de radiación de hasta 10,000 rad, mientras que una dosis de solo 1,000 rad sería letal para una persona promedio. Sin embargo, hay un límite: si están lo suficientemente cerca de la detonación, el calor y la onda expansiva las aniquilarían al igual que a cualquier otro ser vivo.
Animales aún más resistentes que las cucarachas
Aunque las cucarachas son impresionantes, hay otros organismos que superan con creces su capacidad de resistencia:
1. Tardígrados

También conocidos como osos de agua, los tardígrados son microanimales capaces de sobrevivir a condiciones extremas. Han resistido:
- Temperaturas cercanas al cero absoluto (-272 °C)
- Calor superior a los 150 °C
- Presión seis veces mayor que la de las fosas oceánicas
- Radiación ionizante en niveles letales para cualquier otro ser vivo
- Incluso la exposición directa al vacío del espacio
2. Escorpiones

Los escorpiones son notablemente resistentes a la radiación. Estudios han mostrado que pueden sobrevivir a dosis hasta 40 veces superiores a las que matarían a un ser humano. Esta característica los convierte en candidatos plausibles para la supervivencia en un entorno postnuclear, aunque siguen siendo vulnerables a la explosión inicial.
3. Nematodos

Estos pequeños gusanos, como Caenorhabditis elegans, han demostrado una sorprendente resistencia a condiciones extremas. Algunos han sobrevivido a la desecación total y a congelamientos prolongados. Además, ciertos nematodos fueron encontrados vivos en hielo antártico a más de 3,000 metros de profundidad.
4. Bacterias extremófilas
Algunas bacterias, como Deinococcus radiodurans, pueden resistir hasta 5,000 veces más radiación que un ser humano. Esta bacteria ha sido apodada “Conan la Bacteria” y puede reparar su propio ADN dañado, lo que le permite sobrevivir incluso después de niveles extremos de radiación gamma.
Conclusión
Las cucarachas son, sin duda, criaturas resistentes, pero están lejos de ser las únicas —ni las más preparadas— para sobrevivir a un escenario de catástrofe nuclear. Los verdaderos campeones de la supervivencia son organismos microscópicos como los tardígrados y ciertas bacterias, que superan ampliamente a cualquier insecto en términos de adaptabilidad.
El mito de la cucaracha inmortal es una mezcla de verdad y exageración, pero lo que sí es cierto es que la naturaleza está llena de seres sorprendentes capaces de resistir condiciones que matarían instantáneamente a la mayoría de las especies, incluidos los humanos.