Escuchamos diariamente noticias que afectan negativamente nuestro ánimo y visión de cómo enfrentar el confinamiento, así que hoy hablaremos de algo que nos retroalimente positivamente. Inicio con esta pregunta:
¿Sabían ustedes que un mexicano famoso ganador de un Premio Nobel era aficionado a la serie de televisión ‘Star Trek, (Viaje a las Estrellas) La Nueva Generación’? Pues ese famoso era Octavio Paz. Específicamente le gustaba ‘Data’, un androide que sabía de todo. Elliot Weinberger, el traductor de sus obras al inglés decía que Paz era parecido al personaje pues tenía una memoria privilegiada.
Hago referencia a Octavio Paz a 22 años de su fallecimiento el 19 de abril de 1998. Octavio Irineo Paz Lozano, nacido en la Ciudad de México en 1914, fue poeta, ensayista, dramaturgo y diplomático mexicano, considerado uno de los más influyentes escritores del siglo XX, ganó el premio Cervantes en 1981 y el Premio Nobel de Literatura en 1990. Su obra más comentada es ‘El Laberinto de la Soledad’, en la que a través de 9 ensayos que abordan nuestra historia, costumbres y tradiciones, busca explicar la naturaleza e identidad de los mexicanos. Les cito una frase: “Viejo o adolescente, criollo o mestizo, general, obrero o licenciado, el mexicano se me aparece como un ser que se encierra y se preserva: máscara el rostro y máscara la sonrisa«. Este libro fue publicado en 1950.
Otra obra emblemática del ensayista fue ‘Trampas de la Fe’ publicada en 1982 tras 8 años de trabajo. Su inspiración fue Sor Juana Inés de la Cruz. Decía que la historia de su musa era como una novela; no le quedó más remedio que profesar como monja, tuvo que neutralizar su sexo -dijo-, para poder acceder al conocimiento -ya que las mujeres tenían prohibido estudiar en esa época-. Paz desvela la contradicción existente entre la sociedad mexicana, heredera de la España del siglo 17 y la actual. De Sor Juana opinó, que no era religiosa ni mística y que al final su caso fue el “del intelectual libre en una sociedad cerrada y ortodoxa», y que “terminó siendo, sin darse cuenta, una feminista que pide que haya mujeres que puedan enseñar a las otras ‘las ciencias terrestres’ como condición para que puedan acceder a las celestes”.
Les comento finalmente sobre ‘La Llama Doble’, libro que Paz venía visualizando desde 1965 pero publicó hasta 1993: En él, reflexiona sobre el amor, lo describe como “la suma de sexualidad y erotismo, colmada de elementos mágicos que están más allá de la comprensión humana”, y para explicarlo desglosa poemas de otros autores.
A mí se me ocurre que en estos días de confinamiento para alegrarnos en las mañanas leamos un poema o recuerden alguno que aprendieron con en la escuela y cambia el día con esto.