El organismo nuclear de las Naciones Unidas respaldó el martes el plan de Japón de verter aguas residuales radiactivas al océano desde la planta nuclear dañada de Fukushima, indicando que cumple con los estándares internacionales y que tendrá un impacto mínimo en el medio ambiente y la salud. Grupos de Corea del Sur, China y algunos estados insulares del Pacífico se oponen debido a preocupaciones de seguridad y motivos políticos. Las asociaciones pesqueras locales temen dañar su reputación, aunque su producto no esté contaminado.
Rafael Mariano Grossi, el jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), presentó su evaluación final del plan al primer ministro Fumio Kishida el martes. Grossi afirmó que el informe era una evaluación exhaustiva, neutral, objetiva y científicamente sólida, y que tenían mucha confianza en él. La AIEA reconoce las preocupaciones sociales, políticas y ambientales asociadas con los aspectos radiológicos de la descarga.
Sin embargo, llegaron a la conclusión de que la descarga de agua, tal como está planeada, tendrá un impacto radiológico mínimo en las personas y el medio ambiente. Grossi afirmó que el plan y los equipos para la descarga cumplen con las normas internacionales acordadas y su implementación. Además, mencionó que la dilución del agua residual procesada, ligeramente radiactiva, antes de su liberación gradual en el mar, es un método comúnmente utilizado en otros países como China, Corea del Sur, Estados Unidos y Francia para desechar agua que contiene ciertos radionucleótidos de las plantas nucleares.
Japón ha buscado el respaldo de la AIEA para dar credibilidad a su plan. Expertos de la agencia de la ONU y 11 países han visitado Japón varias veces desde principios de 2022 para inspeccionar los preparativos del gobierno y del operador de la planta, Tokyo Electric Power Company Holdings.
Algunos científicos afirman que aún se desconoce el impacto a largo plazo de la exposición a los nucleótidos. Otros sostienen que el plan de descarga es seguro, pero demandan una mayor transparencia en el muestreo y supervisión.
Después de la reunión con Grossi, Kishida declaró que Japón continuará proporcionando explicaciones detalladas basadas en pruebas científicas con un alto nivel de transparencia tanto a nivel nacional como internacional.