En primer lugar, las compañías farmacéuticas privadas fueron prohibidas, luego recurrieron a la ONU, después buscaron apoyo del Insabi, posteriormente desaparecieron el Insabi y entregaron la responsabilidad a Birmex, que está administrada por militares. Cinco años después, el esquema de distribución de medicamentos con empresas privadas vuelve a ser implementado.
La paraestatal Birmex, bajo la administración del Ejército y encargada de la distribución de medicamentos, ha contratado a dos empresas privadas para llevar a cabo la distribución de medicamentos y material de curación del IMSS durante los últimos tres meses del año.
Las empresas Almacenaje y Distribución Avior y Médica Farma Arcar obtuvieron contratos por un total de 793 millones de pesos, incluyendo el IVA, para distribuir hasta 238 millones de unidades de medicamentos y hasta 298 toneladas de material de curación. Esta distribución se llevará a cabo en las 36 delegaciones locales, las 25 unidades médicas de alta especialidad y el almacén general del IMSS.
Estos contratos se otorgaron después de una invitación restringida a cuatro empresas, un proceso que Birmex completó en tan solo 10 días.
Cabe destacar que Avior, parte del grupo de transportes Traxión, ya había obtenido previamente un contrato de 117 millones de pesos por adjudicación directa de Birmex para distribuir en cárceles federales, institutos nacionales de salud y hospitales y centros de salud de la Secretaría de Salud federal.
En mayo de 2022, el IMSS también había contratado a Avior y Arcar por casi mil 400 millones de pesos, mientras que el Insabi las contrató por 96 millones de pesos adicionales en la misma fecha.
La novedad en este contexto es la intermediación de Birmex, que el Gobierno había intentado convertir en la principal distribuidora de medicamentos y material de curación en el sector salud, aunque sin éxito.
Hasta 2018, el IMSS se encargaba de las compras consolidadas de medicamentos y material de curación para todo el sector salud, incluyendo la distribución, pero esto cambió en 2019 cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador vetó a tres empresas acusadas de ser un monopolio.
Desde entonces, las compras y la distribución se han dividido en cuatro dependencias diferentes, incluyendo la Secretaría de Hacienda, la Oficina de Servicios para Proyectos de Naciones Unidas (UNOPS) y, hasta hace poco, el Insabi, que actualmente está en proceso de desaparición.
Recientemente, el presidente López Obrador anunció la implementación del Almacén Nacional de Medicamentos, una «mega farmacia» en colaboración entre Birmex y la Cofepris, presentada como una alternativa al problema del desabasto de medicamentos que ha prevalecido durante su mandato.