Llegó la temporada navideña y millones de personas nos disponemos a celebrar estas fechas que, de acuerdo con nuestras tradiciones cristianas, conmemoran el nacimiento de Jesús; de ahí que la palabra navidad viene del latín “nativitas” que significa nacimiento. Con el paso del tiempo, tradiciones de otras culturas han enriquecido esta celebración; tal es el caso del árbol de Navidad, que proviene de la mitología de los nórdicos del árbol de la vida. Se dice que San Bonifacio, un evangelizador alemán, lo utilizó en el siglo octavo para introducir en Europa el culto cristiano; el árbol representaba el amor a Dios y tenía manzanas que recordaban el pecado original, hoy convertidas en esferas.
Y qué decir de Santa Claus, basado en la tradición de San Nicolás de Bari, un obispo Cristiano muy generoso que vivió en el siglo cuarto en lo que hoy es Turquía.
Unas de las tradiciones muy mexicanas son las Posadas, que ocurren durante los 9 días previos a la Navidad que representan el camino que José y María recorrieron buscando refugio antes del nacimiento de Jesús; tradicionalmente en esta se canta la letanía que culmina con la bienvenida de los peregrinos. También se acostumbra a romper la piñata, que los monjes trajeron a nuestro continente en la época de la evangelización. Cada pico de la estrella, que es la piñata tradicional, representa los 7 pecados capitales y los dulces que caen, simbolizan las bondades al vencerlos.
Como sea que se celebre, esta Navidad nos invita a festejar la vida y a darnos el regalo de la salud. Recordemos que la pandemia aún no termina y evitemos las reuniones con demasiadas personas. Reunámonos solo en familia y con los seres más queridos y cercanos, pero sigamos los protocolos; así podremos disfrutar estas tradiciones por muchos años más. cuidémonos todos; ese es el mejor regalo que nos podemos dar esta Navidad tú y tu familia, tus amigos; todos debemos de cuidarnos y seguir los protocolos para que no vuelva otra ola más.
Me despido de ustedes y los invito a seguirme en Twitter @Cristinalcayaga