Después de haber participado en una reunión con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y legisladores de los Estados Unidos, el embajador Ken Salazar reiteró los lazos amistosos y de cooperación entre las dos naciones. Sus declaraciones acontecieron también en medio de la polémica iniciativa propuesta por integrantes del Partido Republicano para combatir al narcotráfico en México.
A su salida de Palacio Nacional, en el primer cuadro de la capital del país, el embajador de los Estados Unidos en México aprovechó para brindar algunas declaraciones a los medios de comunicación. En ese sentido, reiteró su buena sensación en torno al diálogo sostenido con el mandatario nacional y su equipo de trabajo, así como el compromiso de seguir emprendiendo acciones conjuntas.
“Lo más fundamental para mí en esta reunión es que somos socios, Estados Unidos y México, para siempre. A veces hay inquietudes y desacuerdos, pero sabemos que estamos unidos por la geografía, nuestra gente, nuestras economías y siempre en la lucha para el bienestar de Estados Unidos y México sabiendo que aquí en América del Norte es donde está la potencia más grande del mundo”, declaró el funcionario estadounidense.
La reunión tuvo una duración cercana a las tres horas y, en el espacio, los congresistas estadounidenses, así como el equipo de trabajo del gobierno de México y Salazar hablaron sobre temas como la seguridad en la frontera entre los dos países, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, así como el combate a la crisis salud por el tráfico de fentanilo.
Al respecto, Salazar también se refirió al papel de Roberto Velasco, jefe de la Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, quien estuvo en representación de Marcelo Ebrard Casaubón. Cabe mencionar que el titular de la SRE se encuentra en Washington.
“México y EEUU somos socios para siempre”, afirmó Ken Salazar tras reunión con AMLO
“(Que estuvieran las personas) que se encargan del T-MEC y tener un diálogo franco de doble vía fue muy importante. Entonces agradecemos el tiempo del gobierno de México y del presidente López Obrador, así como a Roberto Velasco y todo su equipo”, expresó el embajador.
Las palabras de Salazar acontecieron en un momento de amplia relevancia por la tensión que llegó a experimentar la relación entre los países. En días anteriores, el presidente mexicano había sostenido una serie de discusiones con el legislador texano Dan Crenshaw por su postura en torno al combate al narcotráfico en el territorio nacional.
El miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos propuso una iniciativa en la que contempla la presencia del ejército de su país en México para combatir a los grupos del crimen organizado. Desde el punto de vista del integrante del Partido Republicano, los cárteles deben ser considerados como grupos terroristas por la violencia y los efectos del tráfico de drogas.
Al respecto, el mandatario mexicano rechazó contundentemente la propuesta toda vez que la presencia y capacidad de decisión sobre el territorio nacional implicará la violación a la soberanía mexicana. De igual forma, durante su conferencia matutina desde el Palacio Nacional, López Obrador afirmó que:
“No es ni siquiera aceptable el que nos certifiquen, que digan si hay o no hay terrorismo en un país ¿Quién les da esta facultad?, pero bueno, ese es un asunto, una manía de considerarse el gobierno del mundo”.
Otro de los temas que provocaron desencuentros entre los países fue la negativa del gobierno de López Obrador para el uso de maíz modificado genéticamente, o transgénico. La postura provocó el disgusto entre los socios comerciales de México en dicho rubro, motivo por el cual solicitaron consultas técnicas para lograr el cumplimiento del T-MEC y convencer a la administración de seguir adelante con el tratado.