Francisco Benjamín López Toledo, uno de los creadores más importantes del México moderno, falleció este jueves a la edad de 79 años.
El escultor, pintor y grabador, además de fundador del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), fue uno de los promotores de la cultura nacional en el extranjero.
Tras su muerte, no sólo sus familiares, amigos y apasionados a su arte y la cultura son los únicos que están de luto; su propia ciudad mostró su dolor tras su muerte. Poco después del anuncio de su partida, habitantes de la capital del estado se congregaron a las afueras del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), donde le rindieron un homenaje.
El Museo Nacional de Culturas Populares también rendirá homenaje al artista plástico dando acceso libre a la exposición ‘Toledo Ve’ este fin de semana.
Cabe mencionar que la titular de la Secretaría de Cultura, Alejandra Frausto, anunció que alistan un homenaje para el recién fallecido pintor oaxaqueño, Francisco Toledo. La funcionaria dio a conocer que durante este viernes y sábado se abrirá el Palacio de Bellas Artes para una exposición del artista y el libro de condolencias a partir de las 12:30 horas.
“El homenaje nacional tendrá ciertas vertientes, las cuales daremos a conocer, estamos teniendo pláticas con los familiares para llegar a acuerdos”, detalló la secretaria de Cultura.
Su historia y legado
Toledo nació en Juchitán, Oaxaca en 1940, a los 14 años inició sus estudios de grabado en el taller de Arturo García Bustos, posteriormente ingresó al Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Entre su activismo y defensa de la cultura, en 2002 se manifestó en contra de la instalación de una sucursal de una cadena de hamburguesas en pleno Centro Histórico de Oaxaca.
En diciembre de 2014 con la ayuda de trabajadores del Taller Arte y Papel de San Agustín Etla, elaboró 43 papalotes con los rostro de los 43 normalista de Ayiotzinapa
También apoyó a los damnificados por los sismos de 2017 en su natal Juchitán, para que pudieran reconstruir viviendas.
Forbes lo consideró como uno de los mexicanos creativos más importantes en su edición de enero 2019.
Sus obras de arte reflejan la estética de la naturaleza; particularmente la de animales que no son convecionalmente asociados con la belleza.
Expuso su trabajo en los recintos más importantes del país como la Galería de Arte Mexicano, el Museo Nacional de Culturas Populares y el Museo de Arte Moderno, entre otros.
Además, su obra estuvo en recintos como la New York Public Library, la Tate Galery de Londres y la Kunstnaneshus de Oslo.
En 1998 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes en 1998. En el 2000, el Príncipe Claus. En 2005, fue reconocido con el Premio Right Livelihood por su compromiso a proteger la comunidad de Oaxaca.
La Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca lo distinguió con un Doctorado Honoris Causa en 2007.