Más de un millar de trabajadores de Starbucks han iniciado una huelga en protesta contra un nuevo código de vestimenta impuesto por la compañía en Estados Unidos y Canadá. La medida, impulsada por el sindicato Starbucks Workers United, afecta a más de 75 sucursales y refleja un creciente malestar entre los baristas por la falta de negociación y las condiciones laborales.
¿Qué cambió en el código de vestimenta?
Desde el lunes, Starbucks exige que todos sus empleados en tiendas corporativas y franquicias lleven camisas negras lisas y pantalones caqui, negros o de mezclilla azul. Esta medida reemplaza una política más flexible que permitía ropa en tonos oscuros y con ciertos patrones.
La empresa argumenta que esta uniformidad resalta el icónico delantal verde y proporciona un ambiente más cálido y familiar para los clientes. No obstante, muchos empleados consideran que se trata de una regla innecesaria y restrictiva que no mejora la experiencia del cliente.
Críticas desde dentro de Starbucks
Paige Summers, supervisora de turno en una tienda de Hanover, Maryland, resumió el sentir de muchos trabajadores:
“A los clientes no les importa de qué color son nuestras ropas si tienen que esperar 30 minutos por un latte”.
Además, criticó que la empresa venda, a través de un sitio interno, ropa con la marca Starbucks que ahora está prohibida para el uso laboral. Aunque se anunció que cada trabajador recibiría dos camisetas negras sin costo, el gesto fue considerado insuficiente por los huelguistas.
El sindicato exige negociación
Starbucks Workers United representa a empleados de 570 tiendas, una fracción de las 10,000 que tiene la compañía en EE.UU. Desde que comenzó el proceso de sindicalización en 2021, la relación entre la empresa y el sindicato ha sido tensa y, a pesar de haberse retomado las negociaciones en febrero de 2024, no se ha logrado firmar un contrato colectivo.
El sindicato presentó esta semana una queja ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales, acusando a Starbucks de imponer cambios unilaterales sin previa negociación, lo que violaría las leyes laborales vigentes.
Respuesta de la empresa
Starbucks minimizó el impacto de la huelga, señalando que la mayoría de sus tiendas sigue operando con normalidad.
“Miles de socios de Starbucks vinieron a trabajar esta semana, listos para servir a sus clientes y a sus comunidades”, indicó la compañía en un comunicado.
También instó al sindicato a enfocar sus esfuerzos en la negociación de un contrato, calificando la huelga como una distracción improductiva.
Contexto sindical más amplio
El movimiento sindical dentro de Starbucks ha sido uno de los más visibles en el sector de servicios en los últimos años. La empresa ha enfrentado múltiples quejas por prácticas antisindicales y ha sido objeto de escrutinio por parte de autoridades laborales y legisladores.
La disputa por el código de vestimenta refleja un conflicto más profundo: la demanda de los trabajadores por condiciones laborales justas, participación en decisiones y respeto a sus derechos sindicales. Mientras tanto, la huelga continúa y pone de nuevo a Starbucks en el centro del debate sobre derechos laborales en Estados Unidos.