Las lluvias intensas que azotaron varios estados del país este fin de semana dejaron una estela de destrucción. Las afectaciones alcanzaron a Chiapas, Guerrero, Morelos, Chihuahua y Guanajuato, donde se reportaron inundaciones, deslaves, techos colapsados, embarcaciones hundidas y personas desaparecidas.
En Tapachula, Chiapas, un joven colombiano de 23 años, Estiven González, fue arrastrado por una corriente al intentar destapar una alcantarilla. El lazo que lo sujetaba se rompió y desapareció en el drenaje. Las autoridades continúan su búsqueda tras una fuerte tormenta provocada por la interacción entre un canal de baja presión, la onda tropical 3 y una vaguada monzónica.
En Guerrero, las lluvias provocadas por la tormenta tropical Dalila causaron el colapso de cinco restaurantes en la playa del hotel Princess, en Acapulco. Otros dos establecimientos resultaron con daños. Las olas también borraron la franja de arena, afectando a prestadores de servicios que ya padecían las secuelas del huracán Otis.

Acapulco y Chilpancingo sufrieron derrumbes en carreteras, colapsos de techos y la caída de al menos 14 árboles. Tres embarcaciones se hundieron y se evacuaron a 37 personas en el albergue de Capilla, en Coyuca de Benítez. Además, se suspendió la circulación en el Puente Omitlán, vital para conectar municipios de la Costa Chica.
En Morelos, el río Yautepec se desbordó e inundó 23 viviendas. En la colonia El Capulín, ocho casas fueron desalojadas. El agua alcanzó alturas de hasta 1.80 metros, afectando incluso a instituciones como la Ciudad Mujer y el Centro de Justicia para Mujeres.
En Guanajuato, cuerpos de rescate localizaron el cadáver de una niña de 10 años, arrastrada por el río Lerma en Salamanca. Y en Chihuahua, una tormenta en el municipio de Manuel Benavides provocó anegamientos y daños a viviendas y bardas.
El Servicio Meteorológico Nacional informó que la tormenta tropical Dalila se aleja de costas mexicanas, pero sus efectos continuarán este domingo con lluvias intensas en Nayarit y Jalisco, y vientos con rachas de hasta 60 km/h en la costa del Pacífico.
Las autoridades estatales y federales mantienen labores de emergencia y evaluación de daños ante un temporal que ya dejó pérdidas humanas y materiales en amplias regiones del país.