De las 15 plantas de PepsiCo México, cinco están dedicadas exclusivamente a la producción de galletas Gamesa. Estas instalaciones, ubicadas en Monterrey, Celaya, Mérida, Ciudad Obregón y Ciudad de México, son las encargadas de producir 8,500 toneladas de deliciosas galletas que se distribuyen semanalmente a las mesas de consumidores en todo el país.
PepsiCo México no solo se enfoca en la producción de galletas, sino que también es una importante fuente de empleo directo para más de 51,000 personas. Además, su consumo de productos agrícolas ayuda a crear más de 40,000 empleos en el sector agrícola. Desde 2021, en alianza con Grupo Trimex y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), la empresa ha promovido prácticas agrícolas sustentables entre los productores de trigo del Bajío mexicano a través del programa Agriba Sustentable.
“La historia de Gamesa empieza en el campo mexicano —con los productores de trigo—, se consolida en las plantas y en los centros de distribución, y pasa por más de un millón de tienditas para llegar a las mesas de las familias mexicanas. Estamos a la vanguardia en temas como innovación de horneado y sustentabilidad, pero las personas involucradas en su elaboración son el centro y corazón de esta compañía y sus plantas”, mencionó Roberto Martínez, presidente de PepsiCo Alimentos México.
El proceso de producción de galletas Gamesa comienza con la recepción y validación de las materias primas. Posteriormente, estas se almacenan en condiciones óptimas para su uso. El siguiente paso consiste en el amasado, donde los ingredientes se mezclan cuidadosamente. Una vez que la masa está lista, se transporta a máquinas automáticas que la laminan y cortan con moldes específicos, imprimiendo la imagen distintiva de cada galleta. Antes de entrar al horno, las galletas reciben una delicada capa de brillo lácteo.
Al salir del horno, los maestros galleteros verifican la calidad de las galletas para asegurar su consistencia. Luego, las galletas se enfrían antes de ser empacadas en un proceso automatizado que garantiza su frescura. Finalmente, los paquetes individuales se colocan en cajas de cartón reciclado y se distribuyen a través de una flota de 520 tráileres que transportan diariamente las galletas a todos los rincones de México. Del total de la producción, el 11% se exporta a Estados Unidos y varios mercados de Centroamérica y el Caribe.
Una pieza clave en la producción de galletas Gamesa son los maestros galleteros. Estos expertos conocen profundamente los equipos, las materias primas y las fórmulas, y son responsables de mantener la calidad y consistencia en todos los procesos. Octavio Bustos, maestro galletero internacional en la planta de Vallejo, Ciudad de México, es un ejemplo de dedicación y experiencia, habiendo trabajado en Gamesa por casi medio siglo.
“Aunque cada galleta tiene una fórmula definida, se tienen que hacer adecuaciones por los cambios de clima y de acuerdo con cada planta. No es lo mismo fabricar una galleta en Ciudad de México, que está a 2,200 metros de altitud, que en Mérida, que está a nivel del mar”, mencionó don Octavio.
Las plantas de galletas Gamesa son el punto de partida de productos que disfrutan millones de familias en todo el país. Desde el sureste de México, donde se consumen más los productos salados, hasta el norte, donde se prefieren los más dulces, PepsiCo México elabora estas galletas mediante procesos artesanales, sustentables y que emplean a miles de colaboradores en todo el país.