La anticipación y la expectativa se vuelven palpables en la Ciudad de México, ya que se prevé que la Semana Santa de este año genere una derrama económica considerable, superando con creces las cifras del año anterior. Con un estimado de 7,285 millones de pesos, este evento se convierte en un motor vital para diversos sectores económicos, especialmente el turismo y el comercio.
El flujo de visitantes que acuden a la ciudad para disfrutar de las festividades religiosas y las numerosas actividades turísticas se traducirá en un impulso económico significativo para una amplia gama de negocios. Desde restaurantes y hoteles hasta bares, cines y teatros, así como agencias de viajes y tiendas de diversos rubros, todos esperan beneficiarse de esta temporada alta.
Según las proyecciones de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) de la capital, se espera que más de 102 mil 580 unidades económicas se vean favorecidas durante este período. Estos establecimientos, que emplean a 730 mil personas, representan una parte fundamental del tejido económico de la ciudad.
El Secretario de Desarrollo Económico, Fadlala Akabani, reveló en una conferencia de prensa reciente que se espera superar en un 5.5% la derrama económica registrada durante la Semana Santa del año anterior, lo que significa un aumento significativo de 385 millones de pesos en comparación con el 2023.
El buen desempeño económico no se limita solo a la temporada de Semana Santa. Durante el primer trimestre del año, se estima que la Ciudad de México generará una derrama económica total de 16,118 millones de pesos. Este resultado positivo se atribuye a una serie de conmemoraciones importantes, como el Día de Reyes, San Valentín, la Cuaresma y, por supuesto, la Semana Santa.
En total, se espera que más de 206 mil 626 negocios se beneficien de este impulso económico, lo que también tendrá un impacto positivo en los 1 millón 211 mil 40 empleados que trabajan en estos establecimientos.
El Jefe de Gobierno, Martí Batres, ha expresado su confianza en que las actividades programadas para la Semana Santa se llevarán a cabo sin contratiempos, a pesar de las condiciones climáticas desafiantes, como las altas temperaturas y las contingencias ambientales. Con un enfoque en la seguridad y el bienestar de los ciudadanos y visitantes, las autoridades están preparadas para garantizar que esta celebración sea tanto memorable como económicamente fructífera para la Ciudad de México.