La OTAN anunció la adquisición de seis nuevos aviones E-7A Wedgetail de Boeing para fortalecer su capacidad de vigilancia aérea. Esta alianza de 31 países busca aumentar su vigilancia aérea, ya que su actual flota de 14 aviones tipo AWACS está obsoleta y presenta dificultades de mantenimiento. A pesar de ello, los grandes radares de estos aviones tienen la capacidad de detectar aeronaves a larga distancia y siguen siendo útiles para supervisar las actividades militares rusas en Ucrania.
El inicio de la producción de los seis nuevos aviones Wedgetail, basados en el Boeing 737, está programado para los próximos años, y se espera que los primeros estén listos para 2031. Aunque no se reveló el costo exacto, se estima que el contrato con Boeing, una de las mayores adquisiciones militares de la OTAN, podría rondar los 5.000 millones de dólares, basándose en contratos anteriores de Estados Unidos y el Reino Unido.
Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, destacó la importancia de estas aeronaves para la defensa colectiva, subrayando la capacidad de la alianza para adquirir y operar equipos que serían financieramente inviables para un solo país. Aunque la OTAN como organización no posee equipamiento militar propio, países miembros como Estados Unidos, Reino Unido y Turquía operarán por separado los Wedgetail.
Además de los aviones AWACS y algunos drones, la OTAN depende de la contribución de sus miembros para el equipamiento militar en sus operaciones. Australia, que también utiliza los Wedgetails, ha ofrecido uno de estos aviones para respaldar las operaciones en la región oriental de la OTAN.
Estos aviones están equipados con potentes radares que permiten la detección de movimientos aéreos y de misiles a largas distancias. Además, tienen la capacidad de identificar acciones hostiles por parte de aeronaves o buques, así como de guiar cazas de la OTAN para interceptar objetivos identificados.