De acuerdo con el argumento del gobierno de promover un sistema eléctrico más «confiable», ha aumentado la distribución de energía desde plantas costosas y de mala calidad, en beneficio directo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Con datos de 2020, la capacidad piloto aumentó un promedio de 32,1% durante 2019, alcanzando los 12.693 megawatts/hora, según indica el Reporte Anual del Monitor Independiente del Mercado (MIM) 2020.
«Se puede ver un papel preponderante de la CFE. En promedio, el 93.1 por ciento de la EFM (energía fuera de mérito) por confiabilidad provino de las empresas productivas de generación de la CFE en 2020, mientras que el 6.9 por ciento fue de otros participantes de mercado», señala el informe.
Las denominadas centrales fuera de mérito, se asignan cuando hay condiciones operativas que ponen en riesgo la operación del sistema. El precio siempre es más elevado, por lo que no puede competir con el resto de plantas del mercado, sin embargo, el propio MIM también advierte de la falta de transparencia a la hora de elegir estas plantas.
Arturo Carranza, experto en el sector energético, señala que el despacho de energía fuera de mérito sí está siendo mayor y beneficia a la Comisión Federal de Electricidad, además de que las normas no son transparentes.
«Es una política poco transparente y se ha prestado a la discrecionalidad del operador (el Cenace), que podría tener una justificación técnica, pero que no ha decidido hacerla transparente», explicó.
Con respecto a la energía asignada sin justificación, el MIM determina que los criterios de asignación y transferencia no están documentados en ninguna de las prácticas de mercado, manuales operativos o disposiciones operativas de la Declaración de la CRE.
Además, en febrero de 2020, Cenace cambió la forma en que seleccionan estas unidades, lo que resultó en más unidades fuera de mérito. Severo López Mestre, experto en temas energéticos, explica que esto repercute directamente en los precios del mercado.
«No hay una explicación clara de por qué subieron tanto las plantas prendidas por ‘confiabilidad’ y lo que pasó es que se hizo algo que, si bien normativamente no tiene una prohibición, podría ser no muy ético, que es pasar todas la plantas caras para deprimir el mercado»
Además aclaró que no es competencia real.