Pavel Durov, el multimillonario fundador de Telegram, enfrenta una encrucijada legal en Francia tras su detención en el aeropuerto de Le Bourget, al norte de París, el pasado sábado. A sus 39 años, Durov se encuentra bajo la lupa de las autoridades francesas, quienes lo acusan de no haber actuado contra la difusión de contenidos delictivos en su popular plataforma de mensajería cifrada. Esta situación ha generado un gran revuelo a nivel internacional y ha puesto en el centro del debate la responsabilidad de las plataformas digitales en la moderación de contenidos.
La justicia francesa debe decidir este miércoles si imputa formalmente a Durov y decreta su prisión preventiva, una decisión que podría tener repercusiones significativas tanto para él como para Telegram. Tras varios días en custodia policial, Durov fue trasladado al Palacio de Justicia de París, donde se definirá su situación legal.
Telegram, que cuenta con más de 900 millones de usuarios en todo el mundo, ha defendido su postura afirmando que cumple con las leyes de la Unión Europea y que es «absurdo» responsabilizar a la plataforma o a su propietario por los abusos cometidos por los usuarios. La compañía se ha destacado como una alternativa a las grandes plataformas de mensajería estadounidenses, defendiendo la confidencialidad y la privacidad de sus usuarios, lo que la ha convertido en una herramienta clave, especialmente en contextos de conflicto como la guerra en Ucrania.
Sin embargo, Telegram también ha sido objeto de críticas por su presunta falta de acción frente a contenidos ilegales. Desde imágenes sexuales extremas hasta desinformación y la venta de drogas, la plataforma ha sido acusada de albergar actividades ilícitas que han llevado a la justicia francesa a abrir una investigación el 8 de julio por complicidad en delitos organizados, incluidos el narcotráfico, la pornografía infantil, el fraude y el blanqueo de dinero.
Mientras tanto, los acompañantes de Durov, su guardaespaldas y su asistente, fueron liberados después de ser interrogados, lo que deja en manos de la justicia la decisión sobre el destino del fundador de Telegram. Se espera que las autoridades determinen si Durov será liberado sin cargos o si se procederá a su imputación y se decretará su prisión preventiva o medidas de control judicial.
La detención de Durov ha suscitado reacciones en todo el mundo. En particular, Elon Musk, jefe de la red social X, y Edward Snowden, conocido denunciante estadounidense, han expresado su apoyo a Durov. Además, Moscú ha calificado los cargos como «muy graves» y ha advertido a Francia contra cualquier intento de intimidación hacia el empresario, aunque el presidente francés, Emmanuel Macron, ha negado que la detención tenga motivaciones políticas.
Durov, quien se ha establecido en Dubái en los últimos años y posee pasaportes de Francia y Emiratos Árabes Unidos, es conocido por su estilo de vida peculiar, que incluye baños de hielo y abstinencia del alcohol y el café. Su fortuna, estimada por la revista Forbes en 15,500 millones de dólares, y su posición como una figura enigmática en el mundo tecnológico, han contribuido a aumentar el interés en torno a su caso.
A medida que se esclarecen los detalles de su detención y se resuelven las incógnitas sobre las circunstancias que lo llevaron a volar a París pese a la orden de detención en su contra, el mundo observa con atención las decisiones que tomará la justicia francesa en este caso de alto perfil.