A pesar de las evidencias de posibles acciones anticipadas de precampaña y campaña, la Comisión de Quejas del Instituto Nacional Electoral (INE) decidió no detener el claro proselitismo de los aspirantes presidenciales de Morena.
La Unidad Técnica de lo Contencioso del INE llevó a cabo 28 informes, basados en visitas sorpresa a los recorridos y asambleas públicas de los llamados «corcholatas», y concluyó que existen pruebas que indican que los seis contendientes podrían estar violando los tiempos electorales, que comienzan en noviembre.
Estos informes fueron presentados a la Comisión de Quejas, compuesta por tres consejeros, pero en una votación de dos contra uno se desestimaron las pruebas.
Durante una semana, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Manuel Velasco y Gerardo Fernández Noroña llevaron a cabo actividades que no eran partidistas, sino más bien campañas electorales, ya que emitieron discursos relacionados con las elecciones de 2024, repartieron propaganda utilitaria, se promocionaron en varias plataformas, solicitaron la continuidad del partido en la Presidencia y presentaron propuestas de gobierno, según lo señalado por el INE.
«Esta situación pone de manifiesto una posible estrategia partidista con el objetivo de influir en la equidad de la contienda», señalaba un proyecto de acuerdo que proponía ordenar a Morena y a los aspirantes que detuvieran de inmediato sus recorridos y asambleas.
Sin embargo, solo la consejera presidenta de la Comisión, Claudia Zavala, votó a favor del proyecto, mientras que los consejeros Rita López y Jorge Montaño se pronunciaron en contra, por lo que se rechazó detener las actividades de los «corcholatas» de Morena.
Aunque no tenían derecho a voto, otros tres consejeros asistieron a la sesión y se manifestaron a favor de tomar medidas disciplinarias contra lo que llamaron «simulación».
López y Montaño argumentaron que la Unidad se estaba atribuyendo competencias que no le corresponden, como investigar el fondo de la denuncia, ya que eso es responsabilidad del Tribunal Electoral.
Además, cuestionaron el trabajo de los técnicos del INE, afirmando que era precipitado, descontextualizado e incorrecto.
«Esos son elementos que no podemos obviar. Es clarísimo que no son actos partidistas sino actos proselitistas.
Claudia Zavala expresó su preocupación por detener esos eventos, ya que parecía que las reglas establecidas en la ley, que habían sido reiteradas en la medida cautelar del 16 de junio, no se estaban cumpliendo. Sin embargo, su posición no fue tomada en cuenta por los demás miembros de la Comisión.