Las protestas se tornaron violentas, pero esta vez las pañoletas cubrían rostros de mujer. En la capital del país los destrozos y el grafiti en el Ángel de la Independencia, más que vandalismo, simbolizaban un grito desesperado de ¡ya basta! contra los abusos sexuales y violaciones de que son objeto las mujeres diariamente. El detonante fue la violación de una menor por cuatro elementos de la policía.
La problemática es nacional. La organización de las Naciones Unidas registró que a diario asesinan un promedio de 9 mujeres en México y qué más de la mitad de la población de mujeres a partir de los 15 años, han sufrido al menos un acto de violencia en su vida. De esta estadística el 41.3 por ciento es violencia sexual y el resto es psicológica, física o económica. Se habla de mil 812 feminicidios en lo que va del año y de 373 mil 290 llamadas al número 911, denunciando violencia contra mujeres por sus parejas, familiares, en la escuela, el trabajo o en la vía pública.
Quintana Roo no es la excepción; en lo que va del año se han levantado 325 denuncias por violencia sexual, se han cometido 10 feminicidios y el delito de violencia familiar va a la alza. Así que un grupo de mujeres comprometidas que buscan dar solución a estos delitos y ante la necesidad de dar cumplimiento a las recomendaciones de las Alertas de Violencia de Género, declaradas para Benito Juárez, Solidaridad y Cozumel, impulsaron la puesta en marcha del Centro de Justicia para Mujeres que opera desde mayo del 2018, cuya nueva directora es Connie Requena.
Este Centro opera bajo los parámetros del modelo creado por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) desde el 2010. Es uno de los 44 Centros abiertos en el país para dar atención integral a las mujeres que han sufrido violencia de género. Aunque a la fecha se han atendido a cuatro mil mujeres, hoy requiere ser fortalecido con los requerimientos normativos, materiales y humanos para su funcionamiento. Por ello, se constituyó el Consejo Ciudadano Consultivo del Centro de Justicia para las Mujeres, al que el Fiscal General del Estado Oscar Montes de Oca, tomó protesta. Su misión es ayudar a que las mujeres atendidas, obtengan los medios para recuperar su autoestima, empoderarse y poder generar un nuevo proyecto de vida.
Este es un ejemplo de las medidas necesarias para atender tan grave problema, cuyo centro de atención debe ser la protección física, los Derechos Humanos de las mujeres y no la estéril discusión sobre la violencia de las marchas, que sólo consigue distraer la atención del fondo del verdadero asunto y el verdadero problema que hoy, a México, le preocupa y llora.