Jueza federal pausa la deportación de Jeanette Vizguerra, activista migrante mexicana en Colorado

La jueza federal Nina Y. Wang emitió una orden que detiene temporalmente la deportación de Jeanette Vizguerra, activista migrante indocumentada, mientras su caso es evaluado por la justicia estadounidense. La medida busca evitar que Vizguerra sea removida del país antes de que se resuelvan los argumentos legales presentados por su defensa.

El fallo busca preservar el “statu quo” del caso

La decisión, emitida el viernes, establece que las autoridades federales no podrán deportar a Vizguerra del estado de Colorado ni de Estados Unidos, a menos que una corte superior anule la orden. Este dictamen se da en paralelo a un proceso en curso en el Tribunal de Apelaciones del Décimo Circuito, donde los abogados de Vizguerra presentaron otra demanda.

En su argumentación, la jueza Wang indicó que el tribunal “no puede asegurarse de tener jurisdicción para considerar esta petición de hábeas corpus si la Sra. Vizguerra-Ramirez es removida de Estados Unidos durante la tramitación de esta acción”.

Bajo estas condiciones, la jueza concluyó que es necesario mantener a Vizguerra en el país para garantizar que el tribunal pueda analizar de manera adecuada los temas legales en disputa.

Detenida por ICE en Denver

Jeanette Vizguerra fue arrestada el lunes por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) cuando salía de su lugar de trabajo, un establecimiento Target en el área de Denver. Actualmente se encuentra retenida en un centro de detención privado de ICE en Aurora.

La corte ha programado los argumentos orales del caso para el 28 de marzo, una audiencia clave para definir su futuro migratorio.

¿Quién es Jeanette Vizguerra?

Jeanette Vizguerra es una madre mexicana y activista por los derechos de los migrantes que ha vivido en Estados Unidos desde hace más de dos décadas. Llegó al país en busca de una vida mejor para su familia, pero con el tiempo se convirtió en una figura clave en el «Movimiento Santuario» y en la defensa de las comunidades indocumentadas. A lo largo de los años, ha participado en protestas, charlas, campañas públicas y ha colaborado con organizaciones comunitarias para denunciar las injusticias del sistema migratorio estadounidense.

En 2017, su caso ganó visibilidad internacional cuando se refugió durante tres años en el sótano de una iglesia de Denver para evitar ser deportada. Desde ese espacio creó la Coalición del Santuario del Área Metropolitana de Denver, que ha brindado apoyo legal, espiritual y logístico a otras personas en riesgo de deportación. Su historia y liderazgo la llevaron a ser nombrada una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time ese mismo año.

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