La primera aparición deportiva de Tohar Butbul en los Juegos Olímpicos de París 2024 fue breve pero significativa. Este lunes, el judoca israelí avanzó a la siguiente ronda en menos de 30 segundos debido a la ausencia de su rival argelino, Messaoud Dris, quien fue descalificado el domingo por superar el peso de su categoría de -73 kilos, a pesar de las estrictas precauciones que los judocas suelen tomar para cumplir con este requisito.
La Federación Internacional de Judo (FIJ) declaró: «No podemos justificar la sobrecarga ponderal de Dris», anunciando una investigación y lamentando que «los deportistas son a menudo víctimas de disputas políticas que les superan». Esta situación recuerda a un incidente similar en 2021, cuando el judoca argelino Fethi Nourine se retiró de los Juegos de Tokio para evitar enfrentarse a Butbul, resultando en su suspensión por la FIJ. Nourine también había abandonado el Mundial de 2019 por las mismas razones.
El Comité Olímpico Israelí calificó la situación de Messaoud Dris como una «retirada» y no una descalificación, destacando que «este tipo de comportamiento no tiene cabida en el mundo del deporte». Por otro lado, el Comité Olímpico de Argelia, un país que no reconoce al Estado de Israel como gran parte de las naciones árabes y musulmanas, se negó a comentar el caso.
El conflicto árabe-israelí vuelve a impactar el mundo del deporte olímpico
El dilema de competir contra deportistas israelíes persiste entre los atletas de países árabes y musulmanes, influenciado por la situación en los territorios palestinos. En este contexto, el judoca marroquí Abderrahmane Boushita abandonó el tatami sin felicitar a su rival israelí, Baruch Shmailov, por su victoria, un gesto que contrasta con la práctica habitual del espíritu deportivo.
La atención sobre Israel en los Juegos de París 2024 se intensifica mientras continúan los ataques a la Franja de Gaza. Durante la ceremonia inaugural, el boxeador palestino Wasim Abusal, uno de los abanderados, lució una camisa con imágenes de aviones bombardeando a niños, simbolizando «la situación actual en Palestina». El Comité Olímpico Palestino había solicitado al COI la exclusión de Israel de los Juegos, argumentando que el conflicto violaba la tregua olímpica, una solicitud que no fue atendida.
La organización de París 2024 también está atenta a posibles incidentes. La justicia francesa investiga un presunto delito de provocación al odio racial durante el partido de fútbol entre Israel y Paraguay, donde un grupo de personas desplegó una pancarta con el lema «Genocide Olympics» e hizo «gestos de carácter antisemita», según indicó la fiscalía.
La delegación israelí cuenta con un robusto protocolo de seguridad durante los Juegos, con cientos de policías desplegados debido a la tensión generada por el conflicto en Gaza. La seguridad de los deportistas israelíes ha sido una prioridad desde que un comando palestino secuestró y asesinó a once atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972.
La aparición de Tohar Butbul en París 2024, aunque breve, resalta la intersección entre deporte y política, y subraya los desafíos y controversias que continúan afectando los Juegos Olímpicos en el contexto del conflicto árabe-israelí.