Ha conseguido librarse durante dos años y medio de pandemia, pero al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también le llegó la hora del coronavirus. Biden, de 79 años, ha dado positivo por covid este jueves por la mañana, y tiene “síntomas muy leves”, según ha anunciado la Casa Blanca en un comunicado remitido hoy.
Lo firma la portavoz de la presidencia, Karine Jean-Pierre, y recuerda que el mandatario “está completamente vacunado y cuenta con dos dosis de refuerzo”. “Experimenta síntomas muy leves”, continúa el texto (según su médico, Kevin O’Connor, presenta, “sobre todo, rinorrea (moqueo) y fatiga, con una tos seca ocasional que se manifestó” el miércoles por la tarde) .
“Ha comenzado a tomar Paxlovid [medicamento antiviral que minimiza la severidad del contagio]. De acuerdo con las pautas sanitarias, se aislará en la Casa Blanca y continuará cumpliendo con todas sus funciones durante ese tiempo. Ha hablado con miembros del personal de la Casa Blanca por teléfono esta mañana y participará en sus reuniones planificadas esta mañana por teléfono y Zoom desde su residencia. (…) Continuará trabajando de forma aislada hasta que dé negativo. Una vez suceda eso, volverá al trabajo en persona”.
Joe Biden da positivo a COVID-19: ‘Estoy bien amigos’
En su programa para hoy, tenía previsto un viaje a Wilkes-Barre, en Pensilvania, para hablar en su universidad sobre las medidas recientemente adoptadas en el Capitolio para el control de armas, como respuesta a una epidemia de tiroteos masivos que azota el país. Su día iba a terminar en Wilmington (Delaware), donde acostumbra a pasar muchos de sus fines de semana en familia.
El positivo de Biden llega en medio de una robusta ola de casos en Estados Unidos, cuyo mapa epidemiológico lo dominan nuevas subvariantes, como las BA.4 y BA.5, que la ciencia considera altamente contagiosas y preparadas para sortear la protección que brindan las vacunas. El virus ha asediado a Biden en los últimos meses, con contagios de miembros muy cercanos de su familia (como su hija Ashley) y de su Administración (incluida la vicepresidenta Kamala Harris). Él no ha variado su programa de actividades en este tiempo, y durante su reciente viaje a Oriente Próximo, pese a que se impuso no dar la mano a sus interlocutores por precaución pandémica, se saltó su propia regla en varias ocasiones.
El último infectado de renombre en los círculos del poder de Washington ha sido el representante Bennie Thompson, congresista de Mississippi y presidente del comité de la Cámara que investiga el ataque del 6 de enero en el Capitolio. Anunció el martes que había dado positivo y que este jueves por la noche no estaría en la octava (y, de momento, última) sesión en la que el grupo de nueve congresistas que dirige presentan las conclusiones sobre año y medio de investigaciones en torno a lo que sucedió aquel día. Llevará las riendas de la audiencia, que se emitirá en horario de máxima audiencia, la republicana de Wyoming Liz Cheney.
“En un afán de transparencia, la Casa Blanca proporcionará una actualización diaria sobre el estado del presidente”, continúa el comunicado. El protocolo dicta que todas las personas que han tenido un contacto estrecho con Biden serán informadas a lo largo de la mañana en Washington. Entre ellos, hay miembros del Congreso y periodistas que lo acompañaron durante su viaje del miércoles. Biden pasó la jornada en Massachussets para hablar sobre los retos del cambio climático y visitó una fábrica de la eólica marina de la española Iberdrola en el Estado de la Costa Este.