Acabo de ver una foto de una abuela y su nieta de 7 años, ambas sostienen una pancarta. En la descripción dice que la señora le explica a la niña que a su edad, ella también salió a la calle para protestar por los derechos humanos y la equidad.
La pancarta pone: Si solo esta fuera la única vez.
Hace unos meses, las noticias de distintos países europeos hablaban de tiempos de guerra y de cómo se comunicaba, a la población en general, que los ancianos recibirían asistencia médica diferenciada, lo cual comprometía su supervivencia.
Hace apenas unas semanas leíamos y escuchábamos por todas partes cuán difícil se consideraba la situación económica, dado el confinamiento por Covid-19, para la población ‘que vive al día’ en nuestro país.
Hace dos días escuché repetidamente un anuncio en la radio: “si estás viviendo violencia doméstica o sabes que tu vecina está viviéndola, llama al … podemos ayudarte.”
El mercado bursátil está en un grito, las perspectivas de la economía Mundial se pintan en rojo, hay datos de una pandemia, en apariencia viral y en teoría, que nos afecta a todos por igual.
Tal vez la tentación sea pensar en un virus.
A mí me da por pensar en Indiferencia.
I n d i f e r e n c i a,
como en ignorancia,
como en insensatez,
como en muchos -ismo(s),
‘Si solo esta fuera la única vez’.
APOV