Las autoridades rusas reconocieron este miércoles que aún no han logrado sofocar el incendio provocado la víspera por un ataque con dron ucraniano en varios depósitos de combustible en la ciudad de Azov, ubicada en el sur del país.
Russian Emergency Service has been extinguishing a fire at an oil depot in the Rostov region for over a day after a Ukrainian drone attack
— Euromaidan Press (@EuromaidanPress) June 19, 2024
The attack targeted a total of 22 fuel tanks, which led to a massive fire at the depot near the town of Azov 📹 OperativnoZSU pic.twitter.com/ieFAksAWo8
El fuego se extendió a un segundo depósito el miércoles a las 16:40 hora local, según informó en Telegram el Gobernador de la región de Rostov, Vasili Gólubev. «Hasta ahora no hemos conseguido acabar con el fuego», admitió Gólubev, añadiendo que varios cientos de efectivos del Ministerio para Situaciones de Emergencia siguen trabajando arduamente para controlar la situación. El incendio ha afectado una superficie de más de tres mil metros cuadrados y ha requerido la movilización de un tren bombero para intentar contener las llamas.
Radio Svoboda published satellite imagery showing the aftermath of Ukrainian drone strikes on the "Azovprodukt" fuel depot in the Russian city of Azov, Rostov Oblast, on June 18.https://t.co/LKrDajg2aw pic.twitter.com/moiKEliGw8
— Status-6 (Military & Conflict News) (@Archer83Able) June 18, 2024
Detalles del Ataque con Dron
De acuerdo con fuentes oficiales, los depósitos de combustible afectados pertenecen a la compañía Azovprodukt, una empresa propiedad del consorcio italiano Decal Group. Azov es una ciudad de poco más de 80 mil habitantes situada en la región de Rostov, que colinda con las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, anexadas por Rusia en septiembre de 2022.
Contexto y Repercusiones
Ucrania ha declarado que las refinerías de petróleo y los depósitos de combustible en territorio ruso son objetivos prioritarios en su estrategia militar. Los recientes ataques han logrado reducir la producción de combustible en Rusia, impactando directamente en la capacidad logística y operativa del país.
Este incidente subraya la creciente tensión en la región y la persistencia de los ataques en áreas estratégicas, destacando la vulnerabilidad de la infraestructura energética rusa en el actual conflicto.
Mientras las autoridades rusas continúan trabajando para extinguir el incendio y mitigar sus efectos, el ataque con dron en Azov resalta la escalada en la intensidad y el alcance de las operaciones militares en la región. La situación sigue siendo crítica y se espera que nuevos desarrollos se produzcan en las próximas horas.