GM apaga motores en México: Darío Celis

El martes casi al anochecer General Motors anunció su decisión de trasladar parte de su producción de México a Estados Unidos, golpe seco para la industria automotriz mexicana, que durante décadas ha sido pilar de la economía nacional.

Este movimiento no solo implica la pérdida de modelos clave, como el Chevrolet Equinox y el Blazer, que dejarán de ensamblarse en Ramos Arizpe, Coahuila, sino que marca también una tendencia preocupante: la relocalización de inversiones hacia el norte como respuesta directa a las presiones arancelarias impuestas por el gobierno de Donald Trump.

La planta de Orion Township, en Michigan, que originalmente iba a producir pickups eléctricas, ahora fabricará SUVs y camionetas a gasolina, lo que es un giro estratégico de la automotriz que dirige Mary Barra ante la caída de la demanda de vehículos eléctricos y el endurecimiento de las condiciones comerciales.

El impacto en México podría ser profundo: más de 3 mil 500 trabajadores ya se vieron afectados por un paro técnico en Coahuila, y si esta tendencia continúa, otras plantas como las de Silao, donde se ensamblan las pickups Silverado y GMC Sierra, así como San Luis Potosí, con la SUV Terrain, y Toluca con motores y transmisiones, podrían enfrentar recortes o reestructuraciones.

México ha sido durante años un centro neurálgico de exportación automotriz gracias a su mano de obra calificada y a los costos competitivos, pero los nuevos aranceles de 25% a las exportaciones desde nuestro país a la Unión Americana están erosionando esa ventaja.

El temor ahora es que otras automotrices sigan el ejemplo de GM.

Ford, que ya ha mostrado interés en expandir su producción de pickups eléctricas en Estados Unidos, podría reconsiderar su presencia en México si los aranceles persisten.

Stellantis, que produce modelos como el Jeep Compass en Toluca, también podría verse presionada a relocalizar parte de su producción.

Incluso empresas asiáticas, como las japonesas Toyota y Honda, que tienen operaciones en Guanajuato y Celaya respectivamente, podrían reevaluar sus estrategias si el entorno comercial se vuelve más hostil.

Este fenómeno no solo amenaza empleos directos, sino también a toda la cadena de suministro: proveedores de autopartes, servicios logísticos, y pequeñas empresas que dependen del dinamismo de las plantas automotrices.

La inversión de GM en Estados Unidos es una señal clara de que la política comercial puede redibujar el mapa industrial de Norteamérica.

Si México no logra negociar condiciones más favorables o diversificar sus mercados, el país podría enfrentar una desindustrialización progresiva en uno de sus sectores más estratégicos.

Y mientras unos achican sus operaciones otros se mantienen. El nombramiento de Bryan Wu como nuevo General Manager de la automotriz china Geely México refuerza la apuesta de la marca por consolidarse en el mercado nacional. Además, su rol regional sugiere una visión estratégica más amplia para Centroamérica. Habrá que observar cómo sus decisiones impactan la presencia de Geely en un mercado tan competitivo como el mexicano.

Los que no se espantan con las políticas de Trump son los holandeses de Heineken. La cervecera anunció una inversión en el sureste de México que refuerza la creciente relevancia económica de esta región. Con 2 mil 750 millones de dólares proyectados hasta 2028 y una nueva planta en Kanasín, apuesta por el crecimiento sostenible y la generación de empleo local. La iniciativa no solo fortalecerá la cadena de valor de la multinacional que capitanea Oriol Bonaclocha, sino que también contribuirá al desarrollo industrial y social del área.

La salida de Grupo México Transportes, de Germán Larrea, de la Bolsa Mexicana de Valores, muestra una tendencia creciente entre empresas mexicanas que optan por dejar de cotizar públicamente. Esta decisión está motivada por la baja bursatilidad y valuaciones en el mercado local. El caso es especialmente simbólico, ya que fue uno de los últimos grandes debuts bursátiles en 2017. Su desliste podría reforzar la percepción de que el mercado accionario mexicano necesita reformas para retener y atraer emisoras relevantes.

Banco Santander y la Secretaría de Economía presentaron el programa “Impulsa tu MiPyME”, una colaboración que busca fortalecer a las micro, pequeñas y medianas empresas del país. Al ofrecer capacitación gratuita en línea a través de Santander Open Academy, se democratiza el acceso a herramientas clave de desarrollo empresarial. Este tipo de iniciativas, que combinan inversión privada con política pública, pueden ser clave para impulsar el crecimiento económico regional.

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