El ‘ghosting’ no es más que una cruel manera de acabar con las relaciones en la era digital, consiste en terminar una relación afectiva cortando todo contacto con la persona en cuestión y sin darle ninguna explicación.
Los millennials y centennials han sido marcados fuertemente por la tecnología y todo lo relacionado con ella, como las redes sociales. Estas revolucionaron muchos aspectos sociales y culturales de las nuevas generaciones, como la forma de establecer vínculos físicos y emocionales, mismos que pueden terminarse con un dejar de seguir, bloqueando o simplemente ignorando, ya sea por el miedo al conflicto o para evitar enfrentamientos que se pueden generar al decirle a alguien a la cara que se quiere poner fin a una relación. A raíz de esto, surgen ciertos términos que son algo casi único del mundo online, como el ‘ghosting’ y el ‘orbiting’. Aunque quizás nunca hayas escuchado sobre ellos, probablemente ya te lo han aplicado en algún punto de tu vida o lo hayas hecho sin tener conocimiento que esta acción tiene su terminología.
El ‘ghosting’ no es más que una cruel manera de acabar con las relaciones en la era digital: conoces a alguien, intercambian números de teléfono o redes sociales, se escriben o hacen videollamadas diarias, tienen más de una cita y estás casi listo para dar el siguiente paso y de la nada esa persona deja de contestar tus mensajes y llamadas, pasando a ser un ‘fantasma’ del que no volverás a saber nada. En resumen, consiste en terminar una relación afectiva cortando todo contacto con la persona en cuestión y sin darle ninguna explicación. Siendo una práctica que cada vez es más común en una época donde muchas relaciones de pareja inician a través de aplicaciones de citas y que se terminan tan pronto como empiezan.
Si creías que esta acción no era lo suficientemente cruel, el ‘orbiting’ dice ‘quítate que ahí voy’, ya que consiste en mantener a una persona lo suficientemente cerca para que ambos se puedan observar, pero lo suficientemente alejada para nunca tener que hablar. Es más frustrante ser víctima del ‘ghosting’ y muy confuso, ya que mientras le da like a tus fotos, ve tus historias en Facebook e Instagram continúa ignorando tus mensajes directos (DM). En pocas palabras, diciendo aquí estoy, pero no me interesas; mientras, tú te obsesiones y te quedas con la esperanza que algún día te interese, dándote solo migajas que no mereces.
Parece que el estar oculto tras la pantalla de un teléfono hace que nos resulte más sencillo el acabar las relaciones sin dar ningún tipo de explicación, acostumbrándonos a deshacernos de la gente simplemente no respondiendo. Lo que ignoramos es que este tipo de acción tiene consecuencias en la autoestima de la persona a quien se lo hacemos y en muchos casos puede ser una experiencia muy dolorosa, aunado de que puede reforzar las inseguridades que uno tiene, ya que te cuestionas por qué esa persona ha desaparecido, qué has hecho mal, qué dijiste… Sin embargo, la mayor parte de las veces no tiene que ver contigo. Así que si te hacen obsesionar y enloquecer, hay una opción: bloquearlos. No pierdas el tiempo, sin duda alguna habrá otras personas que sí quieran conocerte. Recuerda, si no responde tus mensajes, no le interesas, así que no merecen ver tus fotos.