La tarde del lunes 19 de febrero conmocionó a la opinión pública con la repentina muerte de Carlos Urzúa Macías, destacado economista y ex secretario de Hacienda y Crédito Público en la administración de Andrés Manuel López Obrador. Urzúa, quien además se desempeñaba como uno de los principales asesores de la candidata presidencial de la alianza opositora, Xóchitl Gálvez Ruiz, fue encontrado sin vida en su residencia ubicada en la colonia San Jerónimo de la Ciudad de México.
La noticia de su fallecimiento fue dada a conocer por la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX) luego de recibir el reporte de una trabajadora doméstica que lo halló en las escaleras de su hogar. A pesar de la rápida respuesta de los servicios de emergencia, Urzúa Macías fue declarado sin signos vitales al llegar al lugar.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) pronto descartó abrir una investigación sobre las circunstancias de la muerte, tras confirmar un médico legista que el deceso se debió a causas naturales. Sin embargo, esta determinación no evitó que surgieran especulaciones, especialmente en ámbitos políticos y en redes sociales, donde se insinuó la posibilidad de un trasfondo político en el fallecimiento.
Políticos de la oposición, como Fernando Belaunzarán y Gabriel Quadri, expresaron sus dudas y preocupaciones, incluso haciendo referencia a situaciones políticas internacionales para cuestionar el suceso. Estas reacciones provocaron un debate público sobre la transparencia en la investigación de la muerte de Urzúa Macías.
En medio de estas especulaciones, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió sus condolencias a la familia del exfuncionario, recordando su breve período en el gabinete y las diferencias ideológicas que llevaron a su renuncia. López Obrador también aprovechó para denunciar las acusaciones infundadas contra su gobierno y pidió no caer en la especulación.
Por su parte, Xóchitl Gálvez Ruiz, visiblemente afectada por la pérdida de su colaborador y amigo, instó a dejar de lado las especulaciones y afirmó que Urzúa falleció a causa de un infarto fulminante. Destacó su integridad y compromiso con sus convicciones, así como su incansable labor en favor de México y las familias mexicanas.
Con la trágica pérdida de Carlos Urzúa Macías, se cierra un capítulo importante en la política y la economía mexicana, dejando un legado de honestidad y compromiso que será recordado por muchos. Su ausencia deja un vacío no solo en el equipo de trabajo de Xóchitl Gálvez, sino en el país en su conjunto, donde se valoraba su capacidad para criticar constructivamente y proponer soluciones.