Ximena Arias Cristóbal, una joven estudiante universitaria de 19 años, enfrenta una posible deportación a México tras ser detenida por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE), a pesar de haber vivido casi toda su vida en ese país y ser beneficiaria de una importante beca académica.
De Oaxaca a Georgia: una vida en Estados Unidos
Ximena llegó a Estados Unidos con su familia cuando tenía apenas cuatro años. Desde entonces ha residido en el condado de Whitfield, Georgia, y se ha destacado por su compromiso académico y social. Actualmente estudia en el Dalton State College gracias a una beca del programa TheDream.US, el mayor fondo universitario en EE.UU. para jóvenes inmigrantes indocumentados.
Es la mayor de dos hermanas, quienes sí son ciudadanas estadounidenses. A pesar de sus limitaciones legales, Ximena ha aportado a su comunidad y ha trabajado para ayudar con los gastos familiares.
Un error policial desata una pesadilla migratoria
El pasado 5 de mayo, la Policía de Dalton detuvo a Ximena por supuestas infracciones de tránsito: una vuelta indebida y conducir sin licencia. Sin embargo, días después, las autoridades reconocieron públicamente que la detención fue un error: confundieron su vehículo con otro.
Pese a que los cargos fueron desestimados y la policía admitió la equivocación, ICE ya tenía bajo custodia a Ximena y su padre, José Francisco Arias Tovar, quien también había sido detenido por infracciones de tránsito unos días antes.
Ambos admitieron no tener estatus migratorio regular en EE.UU., lo que los colocó de inmediato en procesos de deportación. El Departamento de Seguridad Nacional justificó la medida argumentando que no tienen solicitudes migratorias vigentes ni historial que les permita regularizarse.

Departamento de Policía de Dalton, Georgia
Sin DACA, sin opciones legales claras
Aunque Ximena encaja en el perfil de los llamados “dreamers”, no pudo acogerse al programa DACA, ya que este dejó de aceptar nuevas solicitudes en 2017 y solo permite renovaciones. Además, para ser elegible, se requería haber llegado a EE.UU. antes de 2007, y Ximena llegó en 2010.
Gaby Pacheco, presidenta de TheDream.US, denunció que el caso de Ximena es una muestra del fracaso de las políticas migratorias actuales: “Es una joven brillante, sin antecedentes, con un fuerte compromiso con su comunidad, y ahora está en riesgo de ser enviada a un país que no conoce”.
El futuro en manos de un juez migratorio
La audiencia de inmigración de Ximena está programada para el martes 20 de mayo. En esa cita, el juez determinará si permanece detenida en el Centro de Detención Stewart —uno de los más severos del país— o si podrá continuar su proceso en libertad bajo fianza.
Su defensa argumentará que no representa peligro alguno, que los cargos que motivaron su detención fueron retirados y que no es una prioridad de deportación según las propias directrices del ICE.
Apoyo comunitario y presión social
La comunidad se ha movilizado a favor de Ximena. Una campaña de recaudación organizada por una madre de familia que la conoce desde hace años ya ha reunido cerca de 90 mil dólares para cubrir los gastos legales.
Mientras tanto, su padre ya fue liberado bajo fianza, en parte por ser responsable de menores ciudadanos estadounidenses. El futuro de Ximena, sin embargo, sigue siendo incierto.
Este caso ha encendido de nuevo el debate sobre la necesidad urgente de una reforma migratoria que contemple la situación de miles de jóvenes como Ximena, quienes crecieron, estudiaron y se formaron en Estados Unidos, pero que siguen siendo considerados “extranjeros” a pesar de todo.