Después de más de dos años de su implementación, la controvertida orden de salud pública conocida como Título 42 emitida por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) llega a su fin el 11 de mayo de 2023. Esta orden permitió a las autoridades estadounidenses expulsar rápidamente a migrantes en las fronteras terrestres de EE.UU., alegando la necesidad de detener la propagación del COVID-19.
La política de Título 42 fue ampliamente criticada por grupos de derechos humanos y defensores de los migrantes, quienes argumentaron que violaba los derechos humanos y no tenía en cuenta el peligro al que se enfrentaban los migrantes expulsados.
A pesar de los anuncios anteriores de los CDC sobre su intención de rescindir la orden, la política siguió vigente. Finalmente, en abril de 2022, los CDC anunciaron planes para rescindir la orden, afirmando que ya no era necesaria debido a las condiciones de salud pública actuales y la mayor disponibilidad de vacunas y tratamientos para el COVID-19.
La eliminación de Título 42 ha sido recibida con alivio por muchos activistas y defensores de los migrantes, quienes argumentan que la política de expulsión inmediata era inhumana e injusta. La eliminación de la política podría significar que los migrantes tendrán la oportunidad de recibir un proceso justo y de buscar asilo legal en EE. UU.
Mientras tanto, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha señalado que continuará trabajando para mantener la seguridad de la frontera y la salud pública de los EE. UU. y que seguirán cumpliendo con las leyes de inmigración y las regulaciones relacionadas con la pandemia.
En resumen, el fin del Título 42 es un paso importante para la protección de los derechos humanos de los migrantes y la creación de un sistema de inmigración más justo y humano en los EE. UU.
Intenso debate sobre la justificación de la medida
Después de que la administración de Biden anunciara su intención de poner fin a la política del Título 42, se desató un intenso debate sobre la justificación de la medida y si los funcionarios estaban debidamente preparados para enfrentar un posible aumento de la inmigración en la frontera.
Durante las elecciones intermedias, los legisladores republicanos utilizaron la derogación del Título 42 como un tema de ataque para cuestionar la política migratoria de los demócratas. A pesar de que algunos republicanos habían hablado de la importancia de levantar otras restricciones pandémicas, el fin del Título 42 fue considerado un error peligroso por varios de ellos.
Incluso algunos demócratas de estados indecisos, que enfrentaban elecciones muy disputadas, criticaron la medida, argumentando que la administración no tenía un plan claro para enfrentar una posible afluencia de inmigrantes.
En abril de 2022, los estados de Arizona, Louisiana y Missouri presentaron una demanda en los tribunales alegando que la administración no siguió los procedimientos adecuados al anunciar el fin de la política. Desde entonces, más de una docena de estados, en su mayoría liderados por el Partido Republicano, se han sumado a la demanda.
No obstante, la controversia en torno al Título 42 no comenzó con el anuncio de la administración Biden para revertir la política. Las restricciones fronterizas habían sido polémicas desde que la administración Trump las implementó. Los defensores de los derechos de los inmigrantes argumentaron que los funcionarios estaban utilizando la salud pública como excusa para evitar la entrada al país de la mayor cantidad posible de inmigrantes. Los expertos en salud pública también criticaron la política y dijeron que no estaba justificada por las circunstancias.
Incluso el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, calificó la política de «draconiana» e «inhumana».
A pesar de que muchos defensores esperaban que el presidente Biden levantara la orden al asumir el cargo, dado que su campaña prometió construir un sistema de inmigración más humano, la administración extendió la política y la defendió durante meses en los tribunales.