El Vaticano se encuentra nuevamente en el centro de la controversia tras la imputación del arzobispo italiano Carlo Maria Viganò por el delito de «cisma». Viganò, conocido por su postura crítica hacia el papa Francisco, ha sido acusado por el Dicasterio de Doctrina de la Fe, como él mismo reveló recientemente.
Detalles de la Imputación
Viganò informó a través de la red social X que la notificación de la apertura de este juicio canónico le llegó mediante un correo electrónico. Se le acusa de cisma por negar la legitimidad del papa Francisco y rechazar el Concilio Vaticano II. «Supongo que la sentencia ya está preparada dado que se trata de un proceso extrajudicial. Considero las acusaciones en mi contra un honor», declaró Viganò, quien ve en estas acusaciones una confirmación de sus posturas.
Postura de Viganò sobre el Concilio Vaticano II
El arzobispo ha sido un crítico feroz del Concilio Vaticano II, el cual calificó como «un cáncer ideológico, teológico, moral y litúrgico». Además, ha referido a la «Iglesia Bergogliana» como una «metástasis», en clara alusión al papa Francisco, cuyo apellido es Bergoglio.
Contexto y Antecedentes
El proceso contra Viganò se hizo público el mismo día en que debía presentarse ante el Dicasterio de la Doctrina de la Fe en el Vaticano para ser notificado oficialmente de las acusaciones. En el documento de citación, fechado el 11 de junio, se le imputa por «afirmaciones públicas que niegan elementos esenciales para mantener la comunión con la Iglesia católica».
¿Quién es Carlo Maria Viganò?
A los 83 años, Viganò es una figura prominente del sector más conservador de la Iglesia católica. Nombrado arzobispo en 1992 por Juan Pablo II, ha desempeñado diversos cargos, incluyendo nuncio apostólico en Nigeria y en Estados Unidos. Su confrontación con el papa Francisco se intensificó en 2018, cuando acusó al pontífice de conocer los abusos sexuales cometidos por el cardenal estadounidense Theodore McCarrick, a quien Francisco expulsó posteriormente del sacerdocio.
Viganò ha llegado a calificar al papa Francisco de «herético» y «tirano», poniendo en duda la legitimidad de su elección en 2013 y llamándolo «siervo de Satanás» tras la publicación del documento ‘Fiducia Supplicans’, que permite la bendición de parejas homosexuales.
Reacciones en el Vaticano
El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano, confirmó la acusación contra Viganò durante una conferencia en la Universidad Urbaniana de Roma. «Ha asumido algunas actitudes sobre las que debe responder», comentó Parolin, enfatizando que la Doctrina de la Fe está llevando a cabo las investigaciones necesarias y que Viganò tendrá la oportunidad de defenderse.
Parolin también expresó su pesar personal por la situación, recordando al arzobispo como «un gran trabajador muy fiel a la Santa Sede». Lamentó que, a pesar de su buen desempeño como nuncio apostólico, se haya llegado a este punto de confrontación.
En un contexto más amplio, el papa Francisco también ha tomado medidas contra otros miembros de la Curia Romana críticos de su magisterio, como en el caso del cardenal estadounidense Raymond Burke, a quien se le retiró su apartamento y se le redujo el sueldo en noviembre pasado.
La imputación de Viganò añade un nuevo capítulo a las tensiones internas en la Iglesia católica, reflejando las profundas divisiones que existen respecto al liderazgo y las reformas promovidas por el papa Francisco.