El Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha expresado su preocupación acerca de las posibles consecuencias regionales devastadoras si el conflicto entre Rusia y Ucrania se expande hacia el Mar Negro. En sus declaraciones durante la conferencia anual de embajadores turcos en Ankara, Erdogan advirtió sobre los riesgos de tal escenario. Sus comentarios surgieron tras un reciente incidente en el que drones navales ucranianos atacaron un buque de guerra y un petrolero ruso en el Mar Negro, cerca de Crimea.
Erdogan mencionó que Turquía ha evitado hasta ahora la propagación del conflicto hacia sus costas al aplicar meticulosamente la Convención de Montreux, un tratado de 1936 que regula el paso de buques de guerra por los estrechos de los Dardanelos y el Bósforo. Afirmó su compromiso de contribuir a reducir la tensión y ayudar a ambas partes a encontrar una salida pacífica a la situación.
El presidente turco también hizo referencia a la reanudación del acuerdo de exportación de cereales por el Mar Negro, que fue firmado en Estambul hace un año pero suspendido recientemente. Erdogan enfatizó que la reactivación de este acuerdo depende de los países occidentales. Moscú ha expresado su descontento debido a las sanciones impuestas por Occidente en respuesta a la agresión rusa en Ucrania, lo que ha afectado la logística de transporte y pago de cargamentos de cereales y fertilizantes. Erdogan lamentó la falta de avances diplomáticos para convertir la iniciativa del Mar Negro en un impulso hacia un alto el fuego y una paz duradera en lugar de avivar las tensiones.
El presidente turco busca mantener una postura equilibrada entre Moscú y Kiev, defendiendo la integridad territorial de Ucrania sin imponer sanciones a Rusia. Su objetivo es contribuir a la estabilidad regional y evitar un empeoramiento de la situación en la región.