Nada las detuvo, y mientras que el mundo se confinó en el 2020, estás mujeres decidieron poner su talento y creatividad para emprender negocios y proyectos, contra toda adversidad. Aquí te contamos de ellas.
Gloria Torruco
Con carrera profesional como diseñadora gráfica, Gloria es amante del arte, la música, la pintura y las manualidades, y durante los meses de cuarentena a causa de COVID 19 a nivel mundial vio la oportunidad de darle tiempo a su pasión.
Fue así como surgió la idea de pintar y compartir sus historias en redes sociales de los procesos y retos acompañados de música de piano y chelo, instrumentos que son sus favoritos y que practica casi todos los días.
Poco a poco los seguidores aumentaron, situación que la llevo a crear la marca “Gloria Torruco Arte y Moda” para compartir sus piezas, sin dejar atrás su fundación ‘El Espacio de Michelle’, creada en el año 2012 con el objetivo de ayudar a niños con síndrome de Down para darles las herramientas necesarias para hacerlos fuertes e independientes y trabajar siempre por la inclusión.
Aida Menache
El origen de la marca VeLa Bougie (VLB) nace del encuentro entre Aida y Franck; la unión de dos culturas llenas de magia y tradición: la mexicana y la francesa que se entrelazan en la fabricación de velas y en la pasión por promover artesanos y artistas mexicanos siempre con un compromiso eco ambiental.
VeLa Bougie (VLB) debe su éxito tanto a la calidad y creatividad de sus velas como a su filosofía: Promocionar a los jóvenes artistas y artesanos mexicanos seleccionados por su talento y profesiones con toques precisos y delicados transmitidos de generación en generación, que combinan el saber hacer tradicional y el diseño moderno.
Esta es la motivación de Aida y Franck, quienes ofrecen un taller artesanal con asesores expertos en su boutique, localizado en Malecón Américas en Cancún. La idea es ofrecer una experiencia y un objeto único, elaborado con sus manos y con su corazón.
Mónica Matanzo
Diseñadora gráfica de profesión, Mónica Matanzo llevaba mucho tiempo queriendo plasmar una técnica de tintas de alcohol que había descubierto, pero poder utilizarlo en algo que fuera funcional.
“En este tiempo de pandemia vi miles de videos, tomé cursos en línea y de ahí nace esta idea de decorar y plasmar arte abstracto en las cosas que usamos todos los días”, relata la emprendedora.
Esto la ha llevado a crear termos, tumblers, botellas de agua en artículos de acero inoxidable que duran para siempre, siendo amigables con el medio ambiente al decirle adiós a los plásticos de un solo uso.
Atenas Ruíz
Atenas Ruíz inició La Crafteria como un sueño de madre primeriza de poder pasar tiempo con si primer bebé. Psicóloga de profesión, pero creativa de corazón, empezo a construir una empresa sin saber qué es lo que hacía.
“En mi corazón estaba haciendo un hobbie y a través de él ganaba el dinero suficiente para justificar mi tiempo en casa sin saber que esto se convertiría después en el patrimonio de mi familia”, recordó.
Poco a poco, comenzó a crecer hacia la industria de las bodas y sector hotelero con ideas creativas y hechas a mano, y junto con su esposo, después de casi 3 años juntos al frente de la marca hemos logrado crear no solo una identidad reconocida.
Hoy en día, nuestra esencia en La Crafteria es crear productos Premium, diversificados en artículos de temporada, corporativos y empresariales y el tercero, como styling en bodas.
La llegada del Covid ha marcado un antes y un después no solo en la estrategia de venta y en la estructura de la misma empresa.
“A inicios del 2020 nos perfilábamos ya hacia la venta a un sector mayoritario, DMC, hoteles y sector empresarial nos buscaban cada vez más. La caída de este mercado nos obligó a volver a nuestras raíces y realizamos un cambio de branding y la apertura de nuestra tienda en línea, para poder dar respuesta al mercado minoritario, al que busca un regalo para sorprender, un detalle para marcar la diferencia. Eso es La Crafteria, es magia en un regalo”.
Elizabeth Chenchian
“En aquellos primeros días de incertidumbre, cuando se adelantaban las vacaciones de Semana Santa e iniciábamos una cuarentena, yo no podía dejar de recordar las palabras de Fer Quintero mi coach de vida, amigo y gran astrólogo: el 2020 será un año maestro, nos pondrá a prueba en todos los sentidos, cambiamos o cambiamos”, recuerda Elizabeth Chenchian.
Después de 12 años de trabajar casi escondida en el área de los Spas, el cierre de los Hoteles la puso en el borde de un abismo y la aventó de cabeza.
“Cuando casi me estrello resultó que tenía alas y al menos pude amortizar el golpe. Las alas que descubrí tener fueron las benditas redes sociales, que me permitieron en unos meses hacer conocer los productos y crear una linda comunidad que crece día a día”, relata.
Fue así como nació Wellness Box, de la necesidad de bienestar y compartirlo en estos días con tanta incertidumbre.
Aproveché el precioso tiempo de parar el ritmo, para aprender nuevas cosas y descubrir una poderosa manera de comunicar y vender. Aprendo cada día y disfruto el viaje, confío que el éxito llegará para generar trabajo y bienestar.