ESTAMOS A NADA de las elecciones del 2 de junio y entre las muchas dudas que se ciernen sobre estos comicios hay uno que no debemos perder de vista: un posible ataque cibernético.
El aumento significativo de los ataques cibernéticos de denegación de servicio distribuido (DDoS) se ha convertido en un tema de gran preocupación.
Estos ataques, que buscan sobrecargar los servidores con tráfico malicioso para hacerlos inaccesibles, han afectado con anterioridad a sitios web relacionados con elecciones, partidos políticos y medios de comunicación, generando serias dudas sobre la seguridad de nuestras infraestructuras críticas y la integridad del proceso electoral.
En las últimas semanas hemos visto cómo estos ataques han interrumpido la difusión de información, un pilar fundamental para cualquier democracia.
La imposibilidad de acceder a plataformas de comunicación y a sitios de información electoral no solo crea confusión entre los votantes, sino que también socava la confianza en el sistema democrático.
Los ataques DDoS no son una novedad en el ámbito digital, pero su uso como herramienta para desestabilizar procesos electorales es alarmante.
Según el último reporte de la ciberseguridad Netscout, México sufrió 16 mil 711 ataques DDoS solo en el segundo semestre de 2023.
Este panorama crítico resalta la vulnerabilidad de nuestras infraestructuras digitales y la necesidad urgente de medidas de protección más robustas.
La empresa, que en México comanda Jorge Tsuchiya, enfatizó la importancia de una colaboración estrecha entre autoridades gubernamentales, organismos electorales y proveedores de servicios en línea para mitigar estos ataques.
Implementándose medidas proactivas para fortalecer las defensas cibernéticas, monitorear de cerca cualquier actividad sospechosa y garantizar la disponibilidad de información electoral para todos los ciudadanos.
Esta colaboración no solo es necesaria para proteger la infraestructura digital, sino también para preservar la confianza en el proceso democrático.
Todos, desde los responsables políticos hasta los ciudadanos, tenemos la responsabilidad de garantizar que estos principios se mantengan intactos.
EL SECTOR AGROPECUARIO mexicano está ante una oportunidad histórica con el auge del nearshoring. La creciente demanda de importaciones agrícolas en Estados Unidos, combinada con la fortaleza de México en este sector, crea un panorama ideal para atraer inversiones y establecer alianzas estratégicas. La inversión de tres mil millones de pesos por parte de Santander México, que dirige Felipe García Asencio, en apoyo a las PyMEs agroexportadoras es un paso que podría transformar la economía rural, generando empleo y reduciendo la migración. México, ya es el tercer proveedor de productos agrícolas a Estados Unidos, tiene las condiciones para consolidarse como un socio comercial indispensable, diversificando su economía y fortaleciendo su posición global.
TRAS LA ADQUISICIÓN de Banco Forjadores, BanFeliz cuenta con nueva licencia bancaria, por lo que podrá ofrecer una amplia gama de servicios financieros, incluyendo créditos productivos y de consumo, enfocándose en apoyar a emprendedores y Pymes. Esta estrategia, combinada con la eliminación de barreras burocráticas mediante tecnología avanzada, permitirá al banco presidido por Fernando García Sada atender a los 48 millones de mexicanos no bancarizados. La expansión está planificada a 285 centros de atención en todo el país.
EL SECTOR FINTECH ha logrado llevar servicios financieros a la población que no contaba con ellos, entre los que puede apuntar a la tarjeta de crédito. En este caso DiDi México, de la mano de su director, Juan Andrés Panamá, ha otorgado un millón de plásticos Didi Card desde septiembre a la fecha, facilitando el acceso a servicios financieros a millones de mexicanos e integrando estos beneficios a través de una plataforma que muchos ya usaban para transportarse o hacer pedidos.
LA EUROPEA, LA conocida cadena de retail de vinos y licores, enfrenta un momento crítico al someterse a concurso mercantil. Con el expediente 15/2024, el proceso iniciado en marzo de 2024 espera una sentencia en dos semanas. Los pagos de fianza recientes reflejan la seriedad de su situación financiera. Sin embargo, aún no se conocen los detalles sobre el número de acreedores ni el monto exacto de la deuda a reestructurar.