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miércoles, marzo 5, 2025
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    Arte y CulturaEl pasado se reinventa en Tulum

    El pasado se reinventa en Tulum

    Maya. Ecológico. Sostenible. Chic. Elegante. Natural. Orgánico. Relajado. Libre. Artesanal. Espiritual. Fluido. Glamoroso. Profundo. Étnico. Simple. Versátil. Natural. Ancestral. Mágico. Holístico.

    Refugio de bohemios descalzos y diosas glamurosas, Tulum es un refugio maya que resume a la perfección el estilo de vida gitano. Una escapada para nómadas creativos, un patio de recreo de espiritualidad y comunidad. Esta idílica franja de arena de 13 km en la península mexicana de Yucatán está enclavada entre selva tropical, ruinas mayas y la biosfera de Sian K’aan..

    Así se lee la sinopsis del libro Tulum Gypset, (Editorial Assouline, 2019), de Julia Chaplin, creadora del mismo término, que describe el estilo de vida, mezcla de la vida gitana y el placer de viajar de los jetsetters. Y es que Chaplin ha encontrado en Tulum, en su gente, su estilo de vida y sus aspiraciones, el vivo retrato de lo que es ser, en toda la extensión de la palabra, un verdadero gypsetter. 

    Pero vayamos un poco más profundo. Tulum no es un lugar que haya surgido de la mente de un puñado de banqueros mexicanos, tal como nació Cancún; o que haya permanecido dormido esperando un despertar a cargo de aventureros del Mediterráneo, como lo hizo Playa del Carmen. 

    Tulum es ancestral y poderoso, con historia milenaria e identidad propia. Fue un puerto entre los siglos XIII y XVI, como parte de una importante ruta de comercio marítima, al igual que muchos puertos que se encuentran a lo largo de la Riviera Maya e Isla Cancún. Conocido inicialmente como Zamá (amanecer, en maya), el nombre Tulum está relacionado con la muralla que rodea este imponente sitio arqueológico, el único en el Mundo Maya asentado a la orilla de un acantilado. A su alrededor, una abundante presencia de manglares y ciénagas conforman el hábitat de infinidad de especies de flora y fauna local.

    Tulum es un imán de talento y creatividad que convoca al arte en todas las formas más allá de sus fronteras. En las últimas décadas se ha convertido en un destino turístico de atractivos irresistibles para quienes anhelan la mezcla ideal de naturaleza, bienestar holístico, propuestas gastronómicas innovadoras e ideas arquitectónicas de vanguardia que respeten el entorno natural.

    Foto de Tiff Ng en Pexels

    Desde su propia percepción se autodescribe ecochic. Expresa -a través de la amalgama de culturas milenarias que ahí hallan cabida- una siempre presente conciencia medioambiental. Aquí, la sostenibilidad no es tendencia ni moda; esta se vive a cada paso, en cada salida de sol. Tanto la gente local como los visitantes adoptan un enfoque relajado y consciente de vivir, e integran prácticas que priorizan el amor y respeto al medio ambiente. 

    Los establecimientos se esfuerzan por minimizar su impacto ambiental mediante el uso de materiales locales y adoptan actitudes amables hacia los ecosistemas. Evitar los plásticos de un solo uso, reciclar y usar energía solar son, por mencionar algunas, acciones que demuestran el compromiso con la sostenibilidad.

    Estas prácticas se extienden más allá de las paredes de estos negocios: el visitante es invitado a ser partícipe y protagonista del cambio, enriqueciendo su estancia y experiencia, y profundizando su conexión con la naturaleza y el desarrollo sostenible del lugar.

    El estilo de vida en Tulum es reflejo de su entorno. Gente de todos los rincones del mundo ha acudido al llamado irresistible de la espiritualidad y la belleza, emanado de la imponencia de sus playas y la sobriedad de sus antiguos vestigios. Son elementos que dictan de manera bondadosa el modo de vivir propio de la gente de Tulum.

    La Yoga, la meditación, las ceremonias de temazcal, los retiros de ayahuasca… Tulum es un epicentro del bienestar físico y espiritual, donde actividades de profunda experiencia son motivo de búsqueda y encuentro, y tienen su raíz en las tradiciones mayas, muy presentes entre los habitantes del pueblo. 

    El bienestar y la espiritualidad forman parte del saludo diario en Tulum. 

    Abundan los spas en la oferta cotidiana de bienestar holístico. Estos espacios destacan al conjugar elementos naturales con técnicas tradicionales. Masajes con piedras calientes, envolturas corporales con arcilla maya y un largo e invitante menú de experiencias, son algunos de los tratamientos diseñados para el relax y la meditación. Las técnicas modernas se amalgaman con tradiciones de culturas milenarias, lo que propicia el nacimiento de ingredientes únicos y exquisitos.

    El entorno sereno de Tulum y las prácticas centradas en la mente y el cuerpo crean el lugar perfecto para la renovación y la introspección. Es un santuario para viajeros que buscan equilibrio, y lo encuentran en retiros, encuentros espirituales, el sonido de las olas, la sabiduría de sus chamanes y el poder sanador de sus cánticos.

    Alojarse en Tulum es vivir de cerca el compromiso que se tiene con la sostenibilidad y el bienestar. Lujosos eco-resorts, acogedoras cabañas frente al mar, pequeños hoteles boutique con conceptos de descanso y privacidad, opulencia rústica de arquitectura única con fuerte enfoque en la sostenibilidad, son espacios que ofrecen experiencias inmersivas en la naturaleza. Hay hoteles de construcción orgánica, diseñados con materiales naturales como la madera y la piedra que se integran armoniosamente al entorno selvático. Las velas y las lámparas solares sirven para iluminar, de manera sencilla y cautivadora, senderos que llevan a la paz y el restauro.

    La vida nocturna es vibrante en Tulum. Sus fiestas famosas de luna llena a la orilla del mar; en cenotes de belleza indescriptible, o en medio de la selva profunda y profusa, son lugares de encuentro donde la energía vibrante se mezcla con el calor del trópico, los ritmos de la noche y las luces titilantes…

    Estar en Tulum es recordar que, al viajar, la sed por lo auténtico debe siempre guiarnos; que en la gente local está la riqueza del lugar, y que cada paso que damos afianza nuestro viaje no solo para conectar con el mundo exterior, sino que representa una oportunidad para hacer consciente el viaje hacia nosotros mismos.

    Tulum es el lugar para hacer esta gran conexión. No es un destino turístico cualquiera. Es historia, es cultura, es tradición ancestral maya. Su compromiso con la sostenibilidad, su intensa escena gastronómica y su enfoque en el bienestar holístico, hacen de Tulum una experiencia única y enriquecedora. Sus playas caribeñas de azules infinitos son testigos silentes del estilo de vida, dinámico, vibrante, moderno y a la vez ancestral que se respira en Tulum. 

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